Libros para todos

León Trahtmberg no encontró mejor auditorio para su predica a favor de las editoriales que el programa matutino de A. Rodrich y Ana Trelles , una defensa basada en una educación acorde con el avance de la tecnología, escondiendo astutamente que muchos libros comercializados por estas editoriales favorecen y ahorran el trabajo del docente a costas de una educación deficiente por cuanto los alumnos se convierten en individuos mecanizados con libros que elaboran preguntas y son resueltos en forma uniforme , dejando de lado el análisis, la crítica, la opinión y la interacción entre alumnos, un trabajo que debería ser guiado por los profesores en base a temas libres de cualquier libro de texto.

Según Trahtmberg en la educación moderna el profesor solo es un guía por ello los libros de trabajo hechos por las editoriales ayudan tanto al docente como al alumno para estar acorde con la era tecnológica en que vivimos, sin embargo bien sabemos que en los última década se han formado jóvenes como maquinas que responden al unísono la misma respuesta.

Los libros de trabajo utilizados en los cursos de matemáticas, lenguaje y razonamiento verbal podrían ser importantes teniendo en cuenta su estructura pedagógica acompañada de la buena dirección del docente, pero es una realidad que la mayoría de estudiantes llegan a sus casas con problemas para resolver sus tareas, aquí es donde las familias deben disponer de tiempo para ayudarlos o contratar a otras personas previo pago para que los asesoren.

Asimismo alude a la importancia de que los estudiantes tengan sus propios libros rellenados y cortados para formar su propia biblioteca, algo bastante ridículo porque todos sabemos que el termino biblioteca se refiere a tener libros intactos para leerlos en cualquier momento, que se sepa nunca hemos visitado bibliotecas para ver libros rellenados y cortados.

Bajo estas apreciaciones está claro que el Sr. León Trahtemberg solo se ha referido a la educación privada, un sector que cada año gasta miles de soles en cada campaña escolar, siendo el sector más rentable para las editoriales.

En la educación estatal la situación es más patética cuando los directores y docentes se dejan llevar por intereses económicos exigiendo de manera insensata la compra de libros caros sin importarles la situación precaria de las familias, aun sabiendo que al final muchos alumnos no podrán adquirirlos,

Con el pretexto de ir acorde con la tecnología, y ayuda de las editoriales algunos malos profesores poco a poco se han deslindado de responsabilidades, quedando su vocación de maestro como un adjetivo sin ningún valor, por cuanto ahora solo imparten instrucciones, explican algunos datos y lo demás queda en manos de los educandos y sus familias.

Un buen profesor, conoce académicamente a su clase para adecuarlos a un sistema pedagógico, pide lo necesario y sabe adecuarse a las necesidades de su sector, elabora programas con criterio e ingenio para llegar a sus alumnos y no solo se basa en la adquisición de determinado libro, o mide su eficiciencia de acuerdo al valor monetario de los materiales , gracias a la informática el docente puede elaborar técnicas de aprendizaje competitivas , puede incentivar a sus alumnos por la lectura , escogiendo temas libres que están en las redes sociales, motivándolos a ser creativos, formulando preguntas explotando las capacidades del grupo de estudiantes a su cargo, promoviendo en ellos el espíritu de análisis y criterio personal, formando así en ellos una identidad firme .

Es indispensable fomentar el banco de libros en los colegios, mediante donaciones de libros de los mismos ex alumnos o de otras fuentes cuando ya no precisen de ellos, actividades cuyas utilidades sirvan para invertir en textos de lectura e investigación, un trabajo de las asociaciones de padres de familia y autoridades educativas.

Asimismo promover el amor a la lectura en los alumnos con temas de interés en particular, historias, leyendas, cuentos, poesía etc., un gran aliciente podría ser las competencias literarias en cada sector.

En un libre mercado las editoriales pueden adecuarse a la comercialización de libros cuyos costos abarquen a todos los estratos sociales, pero teniendo como prioridad elevar la cultura y educación de los alumnos antes que el ahorro de trabajo al profesor con capacitaciones o beneficios económicos, atribuciones que deben ser materia de nuestras autoridades de educación, quienes son las encargadas de elaborar planes y estrategias de una adecuada capacitación docente.

Es posible una educación de calidad tanto en las escuelas privadas como públicas, esto se lograra con una adecuada labor pedagógica de los maestros, una estricta supervisión de las autoridades educativas hacia una eficiente programación académica aprovechando todos los libros a disposición así como una razonable utilización de las redes informáticas en todos los sectores de nuestro país.