Mucha preocupación ha generado la apertura de las tres nuevas plantas nucleares que el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, dio a conocer a través de la prensa de su país. Según algunos medios internacionales, dichas fábricas de extracción de uranio serían usadas para implementar un programa clandestino de armamento atómico.
Antes esto, el mandatario iraní ha restado importancia a las habladurías de algunos países de Medio Oriente. Ahmadineyad señala que el total de 20% de uranio que se extrae de las plantas nucleares no alcanza para crear bombas de destrucción masiva.
A pesar de ellos, algunos observadores de la Unión Europea han señalado que desde hace mucho vienen siguiendo los moviemientos del país islámico ante cualquier eventual inicio de ataque internacional.