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Martes 21 de febrero 2012

María Elena Pastorino, 'Chimbela', un astro del basketball femenino desde siempre y por siempre

Por: Francisco Huanacune
María Elena Pastorino, 'Chimbela', un astro del basketball femenino desde siempre y por siempre
Foto: Tirando al Aro


Ayer en la noche, compartiendo mesa, tuve el honor de conversar con la hermana de María Elena Pastorino, más conocida con el cariñoso sobrenombre de “Chimbela”. Hubiera dado mucho porque ayer esta argentina de élite, estrella del basketball femenino albiceleste de los primeros tiempos del baloncesto albiceleste, hubiese estado presente entre nosotros, en el marco de la larga conversación de sobremesa que siguió al excelente pastel de acelgas con zapallo que degustamos. Desgraciadamente “Chimbela”, no hace mucho, el 22 de diciembre de 2011, nos dejó. 

“Chimbela”, me dijo Norma, su hermana, un año tan solo mayor que la otrora astro del basketball rioplatense, con tan solo 15 años de edad, allá por 1949, participó en el Campeonato Sudamericano de Basketball Femenino de Lima. “No medía más de 1 metro 55 de estatura, pero era como una ardillita y desde la posición de wing hacia estragos en la defensa del equipo rival”, dijo Norma muy emocionada. “Sabés, cuando llegó a Perú, tus compatriotas se preguntaban ‘¿y esta chiquitita va a jugar?’... “Chimbela” no solo jugó, se convirtió además en una estrella”. Sin duda alguna, a decir de lo que se dijo en medio de esta amena conversación, en la jugadora de mayor trascendencia del basketball gaucho. Y por qué no, uno de los más caracterizados referentes a nivel latinoamericano.

"¿Y cuando falleció “Chimbela” hubo algún arreglo floral enviado por la Federación de Basketball de Argentina?", pregunté. “No”, me respondió con un aire de tristeza Liliana Todaro, su sobrina. “’Chimbela’ dio tanto por la camiseta argentina y murió, aunque bien acompañada por su familia, en el olvido de las instituciones que un día recibieron lauros por la calidad de su juego y la entrega de la que hacía gala”, dijo casi al unísono con Silvia, su hermana. Los ojos les brillaban a ambas al recordar a 'Chimbela'.

“Mirá esta revista de la segunda quincena de diciembre de 1956, mirá este ejemplar de 'Tirando al Aro', mirá Francisco”, me dijo Norma señalando la reliquia que tenía en sus manos. “Leé lo que dice sobre su juego", añadió. "Lo leo yo por ti si querés: ‘Pareciera que juega desde siempre, porque es como esos chicos que instintivamente corren detrás de la redonda para hacerla transponer los tres palos (el aro)... 'Chimbela' juega basketball porque sí, porque le gusta, lo intuye y lo siente, cada jugada es como un dibujo que trazara en el aire y quedara cimbreando para que nos deleitemos los que apreciamos la belleza del juego’”. "Esa era mi hermana, 'Chimbela', mi querida 'Chimbela', Francisco". 

“Era una estrella y, ¡fijate!, era como todo jugador de basket en esos tiempos, una amateur (...) jugó con entrega hasta cuando sus meniscos, una rotura, pusieron fin a su juego (...) se alejó con tristeza del rectangular esta gran armadora y concluidora que era mi hermana”, relató Norma mientras hojeaba la revista, como quien evade a las emociones que a uno en momentos de rememoración lo embargan. Y con un rictus de pesar añadió, “mi hermana era simpatiquísima, tenía una respuesta para todo y para todos, hubiera cumplido 78 años este 17 de febrero, el destino no quiso que esto sea así”.

María Elena Pastorino “Chimbela”, quien debió su sobrenombre al personaje de facundia que encarnaba la famosa actriz argentina Elena Lucena, descansa donde siempre quiso reposar. En un lugar abierto, florido y pleno de arboles, frente a un lago. En un espacio de libertad, en uno como en el que practicó el deporte que tanto amó y por el que tantas satisfacciones dio así a su país. “Chimbela”, descansa en paz...

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