Banner Tuvivienda
Viernes 17 de mayo 2024   |   Contáctenos
REDES SOCIALES
Martes 28 de febrero 2012

No nos olvidemos de la memoria

Por Grover Pango Vildoso.
No nos olvidemos de la memoria
Foto: Medios

El dinamismo de las sociedades conmueve las teorías educativas y, en consecuencia, requiere poner en frecuente debate el fin supremo de la educación - formar seres humanos-  y los instrumentos pedagógicos para alcanzarlo.

Por ello es que el enfoque pedagógico se ha trasladado de la enseñanza hacia el aprendizaje. Es decir, desde el rol protagónico  afincado en el que enseña (el profesor / la profesora) a la centralidad puesta en los que aprenden (los estudiantes). En todo caso siempre se trata de un proceso enseñanza-aprendizaje, pero resulta suficientemente claro que el objetivo está en lo que los estudiantes logren aprender.

Entonces se requiere otra precisión: ¿qué es lo que los estudiantes deben alcanzar?

Se ha debatido mucho en torno a si los estudiantes deben poseer conocimientos, o tal vez destrezas o mejor capacidades o más bien competencias. Aunque no es el motivo de la presente nota hacer un discernimiento sobre el particular,  adelanto que creo más en que la educación busca generar capacidades en los estudiantes, si por ello entendiéramos que les permite obtener conocimientos por sí mismos, poseer destrezas específicas, ser tanto eficientes como eficaces y saber tomar decisiones.

Cualesquiera fuese el concepto que se escoja, hay un espacio obligado para reflexionar en torno a una habilidad, la memoria, a la que se le ha maltratado injustamente.  Como parte de una argumentación en favor de la comprensión como esencia del aprendizaje, se ha llegado al extremo que pretender desterrar el “memorismo”, como si fuera un procedimiento anti-educativo.

Durante un muy buen tiempo el “memorismo” fue una técnica de aprendizaje, cuando el conocimiento consistía en repetir la información obtenida. Un estudiante de estupenda memoria podía repetir “de memoria” todos los departamentos del Perú y aún sus provincias, pero puesto frente al mapa físico no sabía dónde encontrarlos.  En ello, por ejemplo, se hacían evidentes sus límites.

Sin embargo el ejercicio de la memoria, la memorización de conceptos, sucesos, fórmulas básicas, clasificaciones, tiene inmenso valor en la formación integral de los estudiantes y es el punto de partida de las capacidades que necesitamos que ellos obtengan. Memorizar es recordar,  con lo que es posible comprender y luego analizar, sintetizar, aplicar, valorar, crear o planificar, siguiendo la secuencia propuesta por Pere Marqués Graells. Es clara, entonces, la fuerte vinculación que existe entre memoria y aprendizaje.

Debiéramos estar seguros que poseemos un muy buen disco duro natural. Aunque es poco serio hacer afirmaciones categóricas, se estima que la capacidad de memoria del cerebro humano vería entre 1 y 10 terabytes. Y si no he leído mal, un terabytes es equivalente a 1.000 gigabytes.

Parece absolutamente vigente el viejo aforismo aquel de “la función hace al órgano”. Una memoria en ejercicio, estimulada y gratificada (declamaciones, geniogramas, obras de teatro, competiciones), pondrá a nuestros niños y adolescentes en una mejor disposición para, por ejemplo, aprender más idiomas. Y también será un buen entrenamiento en previsión del “mal de Alzheimer”.

Participa:
Valorar
Cargando...
COMENTARIOS
0 comentarios
2018 Grupo Generaccion . Todos los derechos reservados    |  
Desarrollo Web: Luis A. Canaza Alfaro    |    
Editor de fotografía: Cesar Augusto Revilla Chihuan