Banner Tuvivienda
Domingo 28 de abril 2024   |   Contáctenos
REDES SOCIALES
Miércoles 29 de febrero 2012

La verdad sobre le problema de la Pontificia Universidad Católica del Perú

Por: Dr. Eudoro Terrones Negrete
La verdad sobre le problema de la Pontificia Universidad Católica del Perú
Foto: Pucp.edu.pe

JORGE DINTILHAC

Jorge Dintilhac nació en Francia el 13 de noviembre del 1878. Llega al Perú procedente de Valparaiso, continúa sus estudios teológicos en la Universidad de San Marcos hasta obtener su grado académico de doctor en Teología. Perteneció  a la Congregación de los Sagrados Corazones, y se ordenó de sacerdote en la ciudad de Lima.

Desempeñó el cargo de Superior del Colegio La Recoleta de Lima, y dado a su vocación por la educación espiritual y moral de la juventud realiza una serie de gestiones en las instancias superiores del gobierno del Perú y del Vaticano  y logra fundar la Universidad Católica del Perú.

José Agustín de la Puente Candamo refiere que el padre Dintilhac "fue un varón justo, un hombre bueno, un ministro de Dios que, en su calidad de profesor del Colegio de la Recolecta, sintió como un apostolado la necesidad de fundar una universidad católica, que fuera testimonio de la presencia de la Iglesia en la vida de la inteligencia y centro de formación cristiana de la juventud".

Jorge Dintilhac fue el primer rector de la PUCP, cargo que mantuvo con eficiencia, responsabilidad y transparencia por espacio de treinta años (1917-1947). Fenece en Lima el 13 de abril de 1947.

LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ (PUCP)

La Pontificia Universidad Católica del Perú se fundó el 24 de marzo de 1917, por iniciativa principal del R.P. Jorge Dintilhac SS.CC., de la Congregación de los Sagrados Corazones, y la participación efectiva de los laicos Raimundo Morales de la Torre, Jorge Velaochaga, Guillermo Basombrío, Carlos Arenas y Loayza y Víctor Gonzales, entre otros, y con la denominación “Universidad Católica del Perú”.

El Estado peruano reconoció oficialmente a la universidad mediante resolución suprema del 24 de marzo de 1917 y suscrita por el presidente de la República, José Pardo y Barreda, y el ministro de Instrucción, Wenceslao Valera.

El primer testamento de don José de la Riva-Agüero y Osma, del 3 de diciembre de 1933, instituye a la Universidad Católica del Perú como heredera única y crea la junta que administraría la herencia por veinte años. Cuatro años después, el 8 de abril de 1937, el R.PDintilhac inscribe a la Universidad en los Registros Públicos como una asociación civil. Y el 1 de setiembre de 1938, el segundo testamento de Riva Agüero declara a la Universidad heredera absoluta.

Al cumplir la Universidad su boda de plata institucional, el Papa Pío XII le confiere el título honorífico de "Pontificia", el 30 de septiembre de 1942, mediante Decreto de la Sagrada Congregación de Seminarios y Universidades,  significando con ello la identificación plena de la Universidad dentro del Derecho Eclesiástico, título que mantiene hasta la actualidad.

Adquiere su autonomía en virtud de las leyes N° 11003, del 17 de abril de 1949, y N° 13417, del 8 de abril de 1960, al serle otorgado el carácter de nacional.

El Perú firmó un acuerdo con el Vaticano en 1980, y en su art. 1 se señala que “La Iglesia Católica en el Perú goza de plena independencia y autonomía [...]” y en el art. 19 se dice que “la Iglesia tiene plena libertad para establecer centros educacionales de todo nivel, de conformidad con la legislación nacional, en el ámbito de la educación particular”.

La Universidad empezó a funcionar en el Colegio Sagrados Corazones Recolecta, situado en la plaza Francia de la ciudad de Lima y con la facultad de Letras. Dos años después se crea la facultad de Jurisprudencia; en 1933 se crea la facultad de Ingeniería y en los años sucesivos las demás facultades: Administración y Contabilidad, Arquitectura y Urbanismo, Arte, Ciencias y Artes de la Comunicación, Ciencias Sociales, Gestión y Alta Dirección, y Educación, llegando a un total de diez facultades.

La PUCP Inició su vida académica con doce alumnos. Hoy sobrepasa los diecisiete mil estudiantes, entre ordinarios y especiales; cuenta con 15 centros de estudios, una Escuela de Lenguas Extranjeras, ocho Institutos, un Teatro, tres museos y un Campus Universitario.

RIVA AGÜERO, BENEFACTOR DE LA PUCP

Dos años antes de su muerte,  José de la Riva-Agüero y Osma llegó a escribir: “Estoy ligado de indisoluble manera a la Universidad Católica por mis creencias religiosas y por cuantos principios generales profeso. Enemigo de todos los monopolios, partidario de la libertad de enseñanza, convencido de las ventajas fecundas que aportan la competencia y la emulación, especialmente en el incremento de la instrucción superior, y a la par adicto celoso de la única Internacional salubre y lícita, que es el Catolicismo, veo realizados, día a día, en esta nuestra Universidad, mis mejores anhelos y mis más arraigados idearios…”

Y más adelante manifiesta: “…Lo comprueba mil y mil veces nuestra Universidad Católica de Lima, foco ardoroso y fulgente de peruanismo, y fundada y presidida por el santo sacerdote francés que veneramos y festejamos, como para explicar y simbolizar mejor que es inconcebible que el patriotismo peruano exista siquiera desviándose de la imborrable y gloriosa herencia latina, y de la substancial raíz católica. Quien ose apartarnos de una cualquiera de ambas, reniega de la patria y procura anonadarla, porque intenta cegar sus dos más hondos y puros manantiales…”

En 1944 fallece y decide dejar su herencia a la Universidad Católica del Perú, convirtiéndose en el principal benefactor de este importante centro superior de estudios.

”El principal benefactor de la universidad fue el intelectual peruano José de la Riva-Agüero y Osma, quien inicialmente pensaba legar su herencia a su alma mater, la Universidad de San Marcos, sin embargo, el predominio de ideas liberales y el surgimiento del ateísmo en esta, motivó que finalmente legara su fortuna a una institución entonces más conservadora y ligada a la Iglesia Católica: la Universidad Católica del Perú. Es así que en 1944, la universidad adquiere el fundo Pando, terreno donde construiría su campus principal y donde se ubican sus facultades actualmente, la Casa Riva-Agüero, la Casa O'Higgins, entre otros inmuebles. Actualmente existe un proceso legal entre la Universidad Católica y la Arquidiócesis de Lima, estando en discusión el nivel de participación e injerencia que esta última debe tener en la universidad” se menciona en Wikipedia, la enciclopedia libre.

LA HERENCIA

Los bienes que José de la Riva Agüero cedió como herencia en 1944 a la PUCP consistían en el fundo Pando y sus anexos; el fundo Manrique, su anexo “Vallejos”, y tierras contiguas en Ica; 12 fincas más y un terreno en el Cercado de Lima; dos terrenos en el Callao y una finca en Chorrillos. En la actualidad la Católica posee 82 predios inscritos en Registros Públicos: 40 ubicados en San Miguel, 12 en el Cercado de Lima, 11 en Surco, tres en San Isidro, tres más en Pueblo Libre, uno en Chorrillos y otro en Magdalena del Mar.

RECTORES DE LA PUCP

“De acuerdo al estatuto de la PUCP , todo rector debe haber ejercido la docencia en esta universidad. La Universidad fue fundada por el primero de ellos, el Padre Jorge Dintilhac SS.CC., quien la gobernó, con algunas interrupciones breves, durante treinta años (entre 1917 y 1947). En 1924 el padre Dintilhac renunció al cargo, el cual fue asumido por monseñor Pedro Pablo Drinot y Piérola, quien falleció en enero del año siguiente, causando el regreso del padre Dintilhac al rectorado. En 1946, debido al delicado estado de salud del padre Dintilhac, Víctor Andrés Belaúnde fue nombrado rector pro tempore, cargo que ocuparía hasta 1947, año de la muerte del padre Dintilhac. Los siguientes rectores serían el padre Rubén Vargas Ugarte, S.J. (entre 1947 y 1953) y monseñor Fidel Tubino Mongilardi (entre 1953 y 1962). El R.P. Felipe Estanislao Mac Gregor Rolino S.J. fue uno de los rectores más influyentes de la universidad (entre 1963 y 1977), ya que presidió el plan de renovación institucional y gobernó la universidad durante los años de combustión política y social en el Perú de los gobiernos militares de Juan Velasco Alvarado y Francisco Morales Bermúdez. El Ing. José Tola Pasquel, quien fue nombrado rector en 1977, fue quien dio inicio a la línea de rectores laicos en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Le seguirían el Ing. Hugo Sarabia Swett en 1989, Dr. Salomón Lerner Febres en 1994, el Ing. Luis Guzmán-Barrón Sobrevilla y, desde el 2009, el Dr. Marcial Rubio Correa.”

De lo expuesto se deduce que la PUCP tuvo rectores eclesiásticos desde 1917 hasta 1977, es decir durante sesenta (60) años consecutivos; y desde 1977 hasta la actualidad (34 años cumplidos) fueron elegidos rectores laicos Ing. José Tola Pasquel, Ing. Hugo Sarabia, Dr. Salomón Lerner, Ing. Luis Guzmán-Barrón y el Dr. Marcial Rubio Correa, respectivamente.

El padre Luis Gaspar, juez del Tribunal Eclesiástico de Lima, puntualiza que la PUCP es una universidad de la Iglesia católica desde su fundación, cuyos argumentos fueron ratificados “en sus estatutos que inscribieron en 1945 en Registros Públicos, los cuales estuvieron aprobados por la Santa Sede”.

“La coadministración de la universidad (por la Iglesia Católica) le viene siendo negada por el grupo caviar que desde la década del 90 diseñó un plan para excluir a la Iglesia Católica del manejo de la universidad sobre todo en la administración y venta de las propiedades. Este grupo caviar tubo su origen en una argolla de los denominados “Wisconsins Boys” que luego de egresar como profesionales, se asimilaron a la docencia en la PUC y más adelante se han convertido en las autoridades”.

Al respecto el 23 de setiembre de 2011 la Asamblea Universitaria de la PUCP acordó no aprobar las modificaciones al Estatuto de la Universidad alegando que atenta contra la autonomía de la Universidad, toda vez, dicen, que la PUCP se rige por la Constitución política del Perú, la legislación peruana, la ley universitaria 23733 y su Estatuto, pero olvidan mencionar que también se rige por la Constitución Apostólica Ex Corde Ecclessiae.

Ante la resistencia de las autoridades de la PUCP y de la Asamblea Universitaria de no hacer caso el pedido del Vaticano para adecuar sus estatutos a lo que establece la Constitución Apostólica Ex Corde Ecclessiae, en los diversos medios de prensa se difundieron opiniones de maestros universitarios, abogados y expertos en Derecho Canónico, que nos permitimos resumir en los siguientes puntos:

1.     A la Iglesia Católica, le asiste el derecho de recuperar la coadministración de la PUCP.

2.     El Arzobispado de Lima es la institución tutelar de los bienes legados a perpetuidad a la PUCP por José de la Riva-Agüero y Osma.

3.     El Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana, monseñor Javier Del Río, aclaró el 23 de febrero de 2012 que la modificación de los reglamentos de la Universidad no atenta contra la defendida autonomía ni contra ninguna ley del Perú y que la principal modificación del Estatuto exigido por el Vaticano se refiere a la elección del rector de la PUCP, el mismo que resultaría elegido por la Santa Sede de una terna que sería propuesta por la Asamblea Universitaria de la PUCP.

4.     “La autonomía universitaria no significa que la universidad es independiente; es autónoma pero no es independiente del Estado, del conjunto de normas. Aquí simplemente ha quedado demostrado que era un tema de que la Santa Sede, de acuerdo a estas normas, tiene una relación de autoridad sobre la Pontificia Universidad Católica del Perú”, dijo el ex primer ministro del gobierno peruano, Luis Solari.

5.     De persistir la rebeldía o la desobediencia a las leyes, la PUCP perdería los títulos de Pontificia y Católica y perdería el terreno de la sede de la Universidad que ocupa en el distrito de Pueblo Libre (Lima), que fue donado a la Universidad en 1944 mediante testamento por José de la Riva Agüero.

6.     “Hoy en día el legado de Riva Agüero produce el 55 % del presupuesto de la universidad” reveló el experto en Derecho canónigo, Fernán Altuve.

7.     Según el periodista Federico Prieto Celi, el rector  Marcial Rubio está obligado por la sentencia del Tribunal Constitucional a convocar a la junta de administración del claustro, a efectos de regularizar la relación de la universidad con el arzobispo de la Iglesia Católica, Juan Luis Cipriani y garantizar la transparencia del manejo del dinero de la PUCP.

8.     Los estatutos de la PUCP deberá adecuarse a la Constitución Apostólica Ex Corde Eclessiae con las enmiendas indicadas por la Santa Sede a esta universidad el 16 de julio de 2011 y ser presentada para su aprobación “dada la importancia de salvaguardar la identidad católica de la universidad”. El plazo vence antes del 8 de abril del 2012.

9.     La Constitución Apostólica Ex Corde Ecclessiae regula las actividades de las universidades católicas del planeta.

10.  El rector deberá ser elegido por la Santa Sede, de una terna propuesta por la Asamblea Universitaria de la PUCP, según a lo establecido por la Constitución Apostólica Ex Corde Eclesiae. Y esto es respetar la autonomía universitaria.

11.  El ex embajador del Perú en el Vaticano, Alfonso Rivero, señaló que si bien la Ley Universitaria dice que la asamblea es la que elige al rector, el tratado que tiene el Perú con la Santa Sede, firmado en 1980, prima sobre esta. Indicó que los artículos I y XIX de ese tratado le dan a la Iglesia plena autonomía para crear y manejar los centros educativos privados de todo nivel”[10].

12.  El doctor Javier Valle-Riestra[11] explica: “…Por enésima vez, el arzobispado vence a los laicos rebeldes…En resumen, en virtud de esto es que al margen de quien sea el propietario, el derecho de administración corresponde a una junta integrada por el rector de la PUCP y un representante del arzobispado, que puede ser el propio cardenal. Esto ya es cosa juzgada. El Vaticano bajo cuya autoridad está sometida la universidad apoya al cardenal Cipriani…Hoy, el arzobispado enfrenta una oposición levantisca por parte de la burocracia universitaria que pretende con mítines estudiantiles desnaturalizar lo testado por el autor de La historia en el Perú”.

TRIBUNAL CONSTITUCIONAL ORDENA CUMPLIR TESTAMENTO DE BENEFACTOR RIVA-AGÜERO.

 En votación democrática, por cuatro votos a favor y uno en contra, el Tribunal Constitucional declaró infundado el recurso de amparo interpuesto por la PUCP contra la pretensión del representante del arzobispo de Lima, Walter Muñoz Cho, de participar en la administración de los bienes que legó Riva-Agüero a ese centro de estudios.

La batalla legal de la PUCP contra el Arzobispado empieza en el mes de marzo del 2007, cuando presenta ante el Poder Judicial una acción de amparo contra Walter Muñoz, para que se respete la última voluntad de José de la Riva-Agüero y Osma: la administración "perpetua e insustituible" de sus bienes mediante una junta integrada por el rector de la universidad y el representante del Arzobispado de Lima.

“Sin embargo, a nivel judicial, la PUCP sufrió consecutivos reveses, pues los pedidos epistolares de Muñoz no fueron considerados, como pretendía el claustro, una "amenaza" a la "propiedad", a la "autonomía universitaria", ni mucho menos a la "inmutabilidad de los acuerdos" (Muñoz Cho exigía que se revise un acuerdo del año 1994 de la Junta que "interpretaba" que la voluntad de Riva-Agüero era que sólo la PUCP administre sus bienes)”.

“Así, en marzo del 2009, la Octava Sala Civil de Lima, además de ratificar la improcedencia del amparo de la PUCP, consideró que el fondo del caso (la correcta interpretación de la voluntad de Riva-Agüero en su testamento) no debía ventilarse a través de un amparo, sino mediante un proceso judicial ordinario”.

“Ante este panorama contrario a sus intereses, la PUCP presentó un recurso de agravio constitucional ante el TC en rechazo a la decisión de la Octava Sala Civil de Lima”.

“Sin embargo, la PUCP fue nuevamente derrotada al difundirse el fallo que en mayoría emitieron los magistrados del TC, el cual brinda argumentos a favor del Arzobispado de Lima sobre el tema de fondo del caso, y allana el camino para que la autoridad eclesiástica retome la administración de los bienes legados por Riva-Agüero”.

“En su dictamen, el TC concluye que "no obstante que el testamento de Riva-Agüero hace alusión a una 'propiedad absoluta' que hereda la Universidad Católica", ésta heredó una propiedad con las "limitaciones" impuestas por la ley, "a la que debe sumarse aquella dispuesta por el testador, en su testamento de 1938, al ordenar que sea una Junta, y no la propia universidad, quien administrara los bienes heredados".

“El TC también relieva que "durante cincuenta años la Junta" administró "sin objeciones y con éxito los bienes heredados por la universidad, lo que significó una conformidad de medio siglo, de la propia heredera, sobre la voluntad del testador".

Los magistrados indican además que "toda la doctrina revisada, además de las normas internas aplicables, apuntan de manera meridiana al hecho de que la última voluntad del testador fue designar una Junta Administradora insustituible y perpetua para administrar los bienes heredados por la Universidad".

DIÁLOGO ENTRE CARDENAL CIPRIANI Y RECTOR MARCIAL RUBIO

Con la mejor disposición de encontrar un camino al problema, dentro del mutuo respeto, la cultura y tolerancia democrática, y dentro del plazo establecido por la Santa Sede, la semana pasada (24/2/2012) dialogaron el cardenal Juan Luis Cipriani Thorne y el rector de la PUCP, doctor Marcial Rubio.

Luego de ofrecer las disculpas públicas a la comunidad universitaria de la PUCP, por algunos excesos verbales que pudo haber cometido, y en el afán de mantener la tesis de la verdad sobre el respeto a las leyes del Perú, el cardenal expresó enfáticamente: “No hay ninguna falta, lejos está la iglesia de ir contra la normativa jurídica del país, hay más de 47 países con su propia legislación, y aquí en el Perú la Iglesia puede organizar sus instituciones, no hay esa incoherencia o falta de respeto”.

Asimismo el Arzobispo de Lima puntualizó: “Creo en la acción del Espíritu Santo y la buena voluntad de esa inmensa comunidad católica. Creo que está en disposición y posibilidad de hacer que esta gran institución vaya adelante, en la que no habrá vencedores ni vencidos”.

CONCLUSIÓN

La Pontificia Universidad Católica del Perú es una universidad de sólido prestigio nacional e internacional, merece seguir ocupando el justo sitial que le corresponde históricamente, tanto por la calidad de sus estudiantes, docentes y administrativos, como por sus excelentes trabajos de investigación científica y el eficiente servicio de proyección hacia la comunidad que viene prestando.

Ningún episodio de orden jurídico, académico o político  debería opacar su camino y frustrar su ejemplar destino histórico, si prevalece la inteligencia, la sabiduría, la experiencia, la cultura democrática, los valores axiológico-éticos y la voluntad resolutiva de problemas de las autoridades, estudiantes y egresados de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

En un Estado de Derecho las leyes son para cumplirlas, porque sólo así podrá haber democracia sólida, paz y futuro para todos. La fuerza de la razón debe prevalecer en todo momento y circunstancia, a sabiendas que la razón de la fuerza o la violencia es la sepulturera de la historia y de todo vestigio de civilización.

Por lo expuesto, invocamos a las autoridades de la Iglesia y a las autoridades de la PUCP realizar todos los mejores esfuerzos y sacrificios para llegar a una pronta y definitiva solución del problema, sin vencedores ni vencidos. ¡Dad al César, lo que es del César y a Dios, lo que es de Dios!

Participa:
Valorar
Cargando...
COMENTARIOS
1 comentarios
No soy una persona que gusta de adular a nadie, pero tengo que reconocer que éste es un artículo que permite confiar que todavía en nuestro país existe gente honesta. De verdad que lo felicito, pues ha si edo muy ex clarecedor de la problemática actual en forma real, objetiva y veraz. Así se hace periodismo. Al respecto quiero opinar que tanto Rubio como Avendaño le están haciendo un gran daño a estos estudiantes que aún están en formación y creen en sus autoridades y representantes. Considero que toda asociación estudiantil debe tener por lo menos 1 estudiante de ultimo año de Derecho.
01 de marzo 2012
2018 Grupo Generaccion . Todos los derechos reservados    |  
Desarrollo Web: Luis A. Canaza Alfaro    |    
Editor de fotografía: Cesar Augusto Revilla Chihuan