"Regionalización y descentralización: a revisarlas"

Un extranjero me pregunta hace unos días cómo podía un gobierno regional convocar un paro contra el gobierno central. Me pregunta inocentemente, ¿no son ambos gobierno? La respuesta es obvia: sí. Ambos son gobierno, pero no lo sienten así.

El presidente regional de Áncash amenaza con parar frente al gobierno central por hacer obras sin autorización; el presidente regional de Tacna no quiere minería y enfrenta al gobierno central; y el presidente regional de Cajamarca ni qué decirlo, no sólo ha enfrentado al gobierno, sino a todo el país.

¿Qué está pasando? A mi entender pasan varias cosas en simultáneo.

El proceso de descentralización y regionalización que debe ser revisado y afinado. Este proceso de inicios del año 2000, fruto de una fuerte presión política, sin mucha preparación y, básicamente para canalizar los pedidos de los frentes de defensa, ha tenido ya un periodo de implementación que debería servir para que todos, tranquilamente, lo revisemos y mejoremos. No se trata de dejarlo sin efecto. Se trata de perfeccionarlo en base a la experiencia. Así como se ha cambiado la forma en la que se eligen a los presidentes regionales buscando que realmente tengan representatividad, igual debemos lograr ajustar una transferencia de funciones adecuadas que no implica únicamente que se pasen competencias del gobierno central al regional o local, sino que el gobierno regional o local que debe recibir estas competencias esté preparado institucionalmente para asumirlas.

Creo que las competencias compartidas que la ley le asigna a los gobiernos regionales y locales son un desastre. Un orden mínimo manda asignar exclusivamente tareas a cada estamento público y no "compartir", pues allí donde se comparte una tarea generalmente nadie la cumple, o, lo que es peor, se duplica ésta.

Otro tema urgente es revisar la escala salarial con la que se remuneran a los gobiernos subnacionales. Hay muchos de estos que tienen que manejar presupuestos enormes gracias al canon y su personal no puede ganar sino un sueldo establecido por ley que no guarda relación con la tarea que deben realizar y lo único que logra es que estos importantes presupuestos tengan que ser manejados por personas que no tienen las capacidades requeridas. No se trata de despilfarrar el dinero del canon en gasto corriente. Se trata de reconocer las necesidades de lugares como Echarate en el Cusco, la ciudad con más canon en el país que sigue sin agua potable. Quizá a lugares como este, el Ejecutivo debería mandar ayuda para organizar la inversión de manera eficaz, evaluando las necesidades del lugar y agilizando los trámites para ello.

Se necesita hacer mucho para que los procesos de descentralización y regionalización sean exitosos. Y también se necesita modificar el Código Penal para imponer sanciones a aquellas autoridades locales y regionales que marchan contra el gobierno central como si fueran terceros extraños. Ello es necesario y ojalá el Congreso lo entienda no como una amenaza sino como la lógica unidad para lograr un país gobernable (Con información de Correo).