¿Y si la vida no fuera tan predecible?

¿Y si la vida no fuera en realidad tan predecible?

¿Si de repente el mundo diera un vuelco tan extraordinario que de nada sirviera a la humanidad la satisfacción de sus anhelos más mundanos?

Si uno pudiera expandir los marcos de la consciencia hacia el ancho universo de la Absoluta Posibilidad… ¿Seguiría deseando lo mismo que hoy desea?

No, de seguro. Porque los deseos de la mente se forjan en un ámbito restringido. Son temporales, momentáneos. Su naturaleza les permite guiarnos a la concreción de necesidades actuales. A ello nos conducen, como guías en el camino.

Uno desea lo que piensa que es posible y aplicable a la vida actual. De alguna manera, esto ya comienza a signar nuestra vida futura. Porque eso que se deseó ya existe, ya fue sembrado en el campo fértil de la posibilidad.

“Predecimos” ese futuro. Lo vivimos por adelantado. Nos preocupamos por formarnos una carrera, una posición social, una economía, un status. Sabemos que en algún momento anhelaremos formar una familia, entonces comienza a preocuparnos nuestra edad; el no encontrar al amor de nuestra vida, con quien tener hijos y... ¡Y vivimos preocupándonos!

¿Y si la vida quisiera sorprendernos? ¿Y si este tiempo que vivimos no se pareciera a ningún otro tiempo? ¿Y si estuviéramos en el Principio de algo distinto? ¿Y si fuésemos nosotros, los Pioneros del Cambio? ¿Qué haríamos? ¿Hacia dónde orientaríamos nuestros deseos? ¿Al trabajo seguro, la casa, el auto, la pareja, los chicos y la mejor escuela? ¿Al crecimiento financiero? ¿A la fama y el status?

Creo personalmente que si ahora pudiésemos salirnos por un rato de nuestra mente y nuestro proyecto de vida, el que repetimos generación tras generación sin casi detenernos a pensar si existe alguna otra posibilidad, surgiría nuestro Auténtico Deseo. Y este sería el de una Auténtica Vida, consagrada a forjar un Mundo Nuevo, un Mundo diferente a este que hemos creado desde la repetición inconsciente, un Mundo en el que sea un placer vivir día tras día.

Creo que para eso estamos aquí, en este Tiempo, en esta Tierra. No para dejar que las cosas pasen. No para cuestionar lo que hacen los que hacen. Sino para descubrir muy adentro de cada uno, esa chispa de Amor, de Pasión, de Autenticidad capaz de transformarnos, capaz de encausarnos, capaz de guiarnos a la realización de nuestros más altos ideales.

“No hay Memoria de lo que puede suceder” mis Guías me recordaron. Significa que nuestro futuro es como un lienzo en blanco. Un lienzo en el que nosotros imprimimos a voluntad. Podemos hacer de nuestro futuro una reproducción de nuestro Presente o nuestro Pasado. O podemos tomar deliberadamente los colores que más nos gusten y convertirnos en artistas de nuestra realidad.

Eso cambiaría el orden de nuestras vidas, las encausaría con nuevas prioridades. Nuestro Mundo soñado empezaría a ser “El Mundo”. Nuestro Presente adquiriría un verdadero sentido. Y todo por atrevernos a creer que puede ser posible lo impensado. Resulta interesante suponer: ¿Qué sería del día de hoy, si mañana fuera totalmente distinto a lo que imaginamos?

Luciana Cámpora

Libros y escritos para el Desarrollo Personal y Espiritual

www.lucianacampora.com