El mes de marzo fue recibido en el Congreso de la República con una grata y limpia brisa, el anuncio de tiempos mejores. Nueve días atrás retiraron a la Obregona del programa "gestores locales" y el jueves 1° la excongresista nacionalista renunció al cargo -muy bien remunerado, por cierto- en el área de "Participación Ciudadana". Así pues, podemos suponer que miles de hectáreas de sembríos ilegales de hoja de coca, el contrabando de insumos, las pozas de maceración, la producción de pasta básica y la inmensa exportación de clorhidrato de cocaína no seguirán incluidos en la "participación ciudadana".
Pero la fresca brisa trae aún mejores noticias: la Cuarta Fiscalía Supranacional Provincial ha solicitado el levantamiento del secreto bancario de la Obregona y de su colega, la Malpartida, también exlegisladora, investigadas ambas por actividades de tráfico ilícito de drogas en las modalidades de: acopio, procesamiento, exportación y desvío de dinero ilícito. Que se sepa, la Malpartida aún no renunció al jugoso cargo que le regalaron en el Ministerio de Vivienda. ¿Qué espera...?
Se ha informado que por lo menos diez congresistas de la mayoría gobiernista (Gana Perú) están ligados a la defensa de cultivos ilegales de hoja de coca y tráfico ilícito de cocaína. Ojalá no sea cierto. Y si lo es, que tengan los ojos bien abiertos para advertir el "final feliz" que les llegó a las dos esforzadas promotoras del divino clorhidrato.
Cabe preguntarse: DEVIDA -que ha propuesto y diseñado un programa serio para limpiar el VRAE y eliminar de 20 mil en 20 mil las hectáreas de coca ilegales- ¿podrá con los herederos de "Artemio" y los sucesores de Obregonas y Malpartidas...? Recordemos que la difícil, meritoria y muy encomiable cacería de "Artemio" no es ni remotamente el final de Sendero Luminoso. Este ha dejado de ser el "terrorismo ideológico" del "pensamiento Gonzalo" y su "quinta espada", para terminar siendo equipos de asesinos armados hasta los dientes, dedicados a proteger el narcotráfico y compartir sus magníficas utilidades.
Artemio en la cárcel, pared de por medio con Abimael Guzmán, no es el final de nuestra historia contemporánea de terror y delito. A los campesinos de las zonas cocaleras hay que convencerlos, primero y apoyarlos después, asegurándoles rentabilidad en sus cosechas de café, cacao, plátano, palma aceitera y diversos cultivos tropicales. ¿Cuesta dinero? Desde luego y mucho. ¿Pero acaso no están los fondos de numerosas naciones -Estados Unidos, Canadá, Holanda, Suecia, Francia, Israel, etc., etc.,- destinados precisamente a combatir las drogas e impedir que ingresen a sus países? ¿Acaso el Perú no podría conseguir algo como 5,000 millones de dólares para 5 años -mil millones por año- para financiar los cultivos alternativos y convencer a los campesinos?
(Lo repetiré: cuando el Perú "se porta bien" y quema tonelajes importantes de droga, recibe una propina: 80 millones de dólares. Cuando "se porta mal" -menos droga incinerada-, la propina se reduce a 28 o 30 millones. Con esas "propinas" es imposible pensar en la sustitución masiva de cultivos).
¿Acaso las naciones que padecen la lacra de importación ilícita no saben que el Perú es el primer productor mundial de hoja de coca y el primer exportador de clorhidrato de cocaína? ¿Y no podrían hacer un esfuerzo económico real para impedir sus importaciones tóxicas...? (Con información del diario Correo).