Rojo y negro

“Sospecho que Hitler ayudó a programar algoritmo de Twitter. ¿Cómo me van a recomendar a @uribenschmuel?”, escribió un militante del Movimiento Homosexual de Lima. El tuitero, para más señas, se describe como ‘salmón’ (o sea caviar, progre).

Respondimos con dos tuits: “Alucinante que activista MHOL aluda a Hitler, que asesinaba a homosexuales con la misma saña que a judíos, gitanos y otros”. Y este otro: “Por qué será que los progres, cuando quieren insultarte, te comparan con Hitler y nunca con Stalin, Pol Pot o Fidel?”

La izquierda, en todas partes, califica de fascistas y nazis a quienes discrepan de su cosmovisión. Sin embargo, como bien hace notar el analista español José Carlos Rodríguez, miembro del Instituto Juan de Mariana, es la izquierda y no la derecha la verdadera fascista y heredera de Hitler. Este, apunta Rodríguez, desde su juventud mostraba esa mezcla de indignación y odio hacia productores y empleadores que es distinción de tantos en la izquierda.

Ya como líder del Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores diría que “nosotros somos socialistas; somos enemigos del actual sistema económico capitalista por su explotación de quien es económicamente débil, con sus salarios injustos, con su indecorosa evaluación del ser humano según su riqueza y propiedad en lugar de su responsabilidad y sus logros. Y estamos todos dispuestos a destruir este sistema bajo cualquier circunstancia”. Un discurso muy parecido al actual de tanto progresista aparentemente bienintencionado y de cualquier defensor del “socialismo del siglo XXI” chavista que se respete.

También acierta Rodríguez cuando señala que esa voluntad de crear un nuevo orden, de erigirlo con todo el poder del Estado, son señales que identifican a la izquierda (Continuará mañana…)