Monterrico de nuevo es un ejemplo

El Pedagógico de Monterrico, antes de cumplir 136 años de vida, habrá dado una nueva y magnífica lección: será la primera institución educativa del país en obtener su Acreditación por parte del Estado peruano.

Desde que don Manuel Pardo creó la primera Escuela Normal de Mujeres en 1876, cuya conducción fue encargada a las Religiosas del Sagrado Corazón en el convento de San Pedro, hay “sampedranas” (y recientemente “sampedranos”) por todo el territorio nacional, llevando consigo una divisa de sólida formación docente.

Más allá de los cambios de denominación administrativa que la entidad ha debido aplicar, desde que en 1958 las “sampedranas” ocupan su hermoso edificio en Surco, el Perú entero sabe de quién se trata cuando se menciona al Pedagógico de Monterrico.

Junto a la solvente formación académica, es sin duda la práctica docente una de las garantías en la preparación de los nuevos educadores que forma Monterrico. “Se aprende a nadar en el agua”, me dijo una colega sampedrana. Así debe ser. Es en la práctica docente en que se forjan los verdaderos buenos profesores, porque de nada sirven los grandes conocimientos científicos y teorías pedagógicas si dentro del aula, en la interactuación fluida con los estudiantes, no se produce el circuito maravilloso de un aprendizaje significativo.

De la importancia de la práctica docente puedo dar testimonio personal pues desde mi propia formación he comprobado aquel factor determinante. Es muy importante “saber” pero en educación es más importante “saber trasmitir” y girar el eje educativo hacia el estudiante para que sea él quien, en el proceso de su maduración, sea capaz de alcanzar primero lo que se le solicita y luego lo que libremente necesite.

Cuando este 8 de marzo el IPNM sea reconocido públicamente por ser una entidad que brinda un “servicio educativo de calidad y conforme a los estándares establecidos” estaremos asistiendo a la primera acreditación que hace el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa – SINEACE, respecto de una institución formadora de docentes.

Es además muy importante que se trate del IPN Monterrico porque es una entidad pública (no privada) que da ejemplo y señala con su esfuerzo que es posible alcanzar ese reconocimiento, luego de un periodo exigente de autoevaluación. No en vano les tomó tres años de trabajo riguroso para formalizar lo que habían acumulado en tantos años de experiencia y de este modo contar con instrumentos de gestión claramente validados. También así abre una huella que le permite apoyar a sus pares en el mismo intento, como también evaluar a las instituciones de educación básica que así lo requieran.

Afortunadamente con Monterrico es posible constatar lo que está propuesto en su Visión: “Ser una institución de vanguardia en la formación docente, capaz de promover el cambio social, a través de la investigación, la colaboración en reciprocidad, la producción y difusión de experiencias innovadoras, para responder exitosamente a los desafíos de la educación del país, desde la perspectiva del desarrollo humano integral y la acción evangelizadora.” Amén.