Banner Tuvivienda
Lunes 06 de mayo 2024   |   Contáctenos
REDES SOCIALES
Miércoles 14 de marzo 2012

La autoestima

Por: Luciana Cámpora
La autoestima
Foto: neipol.com

Desde muy chica soy consciente de las cosas que suceden en este mundo. También desde entonces me he preguntado: ¿Qué se  puede hacer para ayudar a la curación del planeta?
La respuesta que he recibido es: “Curar la Autoestima de las personas”.

Me llevó algunos años entender esto en profundidad, pero con el correr del tiempo me he dado cuenta de que es verdad: la falta de autoestima, es decir: de Amor hacia uno mismo, es la base de todos los conflictos y toda la infelicidad.

La falta de Autoestima se traduce en sufrimiento de un modo que todos conocemos. Influencia nuestras elecciones,  nuestras ambiciones, nuestros deseos, proyectos y relaciones. Quien no se ama no sabe amar a los demás, y suele concentrarse tanto en sus propias carencias que no ve las necesidades del otro, vive para buscar formas a través de las cuales sentirse más poderoso, más reconocido, más querido, más grande, más tenido en cuenta. Este desequilibrio es el principal causante de la violencia, de la avaricia, de la desigualdad, de la inseguridad, de la pobreza, de la carencia, del sometimiento, del servilismo, en fin… de todos los flagelos posibles conocidos por el alma humana.

Sin embargo, la falta de Autoestima no es algo que hayamos traído de nacimiento. Observa a cualquier niño pequeño y notarás que no tiene problemas de Autoestima. Sabe lo que quiere, exactamente como lo quiere, y el mundo puede estallar para él si se le niega lo que ha pedido. Sabe quién es y que debe exigir lo que desea. Sabe que puede aprender todo lo que le haga falta y va por ello. Sabe que en algún momento podrá hacer todas las cosas que quiere y practica su independencia, con ánimo incansable. Se cae y vuelve a levantarse. Le dicen “no”, y vuelve a intentar. Sabe que la alegría es su expresión más natural, que cualquier aprendizaje es un “juego”, que la esencia de la vida se encuentra en el Amor, y lo da y lo toma, sin prejuicios ni  barreras.

Fuimos así de sabios nosotros también, en algún momento. La falta de Autoestima no es algo que hayamos traído de nacimiento. Es algo que APRENDIMOS, que se nos inculcó a fuerza de repetición hasta volverse un hábito. Hoy en día no nos detenemos a pensar si es cierto o no, cada vez que nos decimos: “No sé hacer esto”, “No soy lo suficientemente bueno”, “No puedo…”, “No soy…” o “Nunca tendré….” Lo peor del caso, es que todas estas cosas que nos decimos (y que creemos), no son lo que somos, SON MENTIRAS.

Así como cuando éramos niños, nuestra alma, nuestra esencia continúa en un estado de Pureza, y no tiene límites. El mundo es su espacio de expresión, y es lo que todo el tiempo nos pide. Nos pide juego, expansión, crecimiento, desafíos. Al igual que cuando éramos pequeños, nuestra alma continúa llevándonos a explorarlo todo para crecer y conocernos, y de ese modo llegar a descubrirla.  Y si, por alguna de esas circunstancias, alguna vez pudiésemos en realidad “descubrirla”, nos daríamos cuenta de que todo lo que creímos acerca de nosotros es poco, porque habremos conocido sólo una parte ínfima de un Potencial inmenso, inexpresado.

Nuestro Potencial verdadero es ilimitado. Nuestro Potencial de acción no se restringe a nuestros talentos y capacidades actuales. Si caemos en cuenta de todas las cosas que sabemos hacer hoy y con las que tasamos nuestro “valor”, descubriremos que la mayoría no nacieron con nosotros: las APRENDIMOS. No son “Verdades”, son CREENCIAS. Incluso ir al baño, caminar, leer, escribir, utilizar la PC, fueron alguna vez cosas difíciles, verdaderos desafíos. Hoy no tenemos dificultad en llevarlos a cabo, lo tomamos como “lo normal”, pero alguna vez representaron enormes logros, enormes “éxitos” por sobre el nivel de nuestra antigua capacidad.

NO NACIMOS SABIENDO: NACIMOS CON LA ILIMITADA CAPACIDAD DE APRENDER, y con una facultad natural que nos sirve de ayuda: la de incorporar lo nuevo hasta que se hace un hábito. Todo lo que practicamos con la suficiente repetición, llegado un momento  se vuelve automático, y ya no necesitamos siquiera pensar para realizarlo.

Cualquiera sea la edad que tengamos ahora, podemos APRENDER a ser como deseamos, y de aquí a un tiempo no tendremos que hacer el más mínimo esfuerzo por dejar de luchar con nosotros mismos, preguntarnos una y otra vez si “lo merecemos”, o si “somos capaces”, iremos hacia lo que realmente queremos con sólo proponérnoslo.

Los estudios científicos están demostrando que con la suficiente preparación psicológica y física, cualquier persona puede ser capaz de realizar prácticamente cualquier cosa. El potencial humano es de por sí ILIMITADO. Son nuestras creencias acerca de lo que “podemos o no” las que ponen un marco a nuestro Potencial. Podemos hacer todo lo que APRENDAMOS A HACER. La base de nuestra naturaleza es aprender, y para aprender tenemos una capacidad ilimitada: SIEMPRE PODEMOS APRENDER LO QUE NOS HAGA FALTA!

Ahora que sabemos esto, la falta de autoestima ya no puede limitarnos. Si creemos que “No somos capaces”, sólo debemos APRENDER esas nuevas capacidades y ponernos a tono con nuestro ideal. Si creemos que “No somos lo suficientemente buenos”, sólo tenemos que plantearnos cuál es nuestra idea acerca de “ser buenos” y APRENDER  a actuar de esa manera. Si no nos gusta nuestro aspecto, podemos APRENDER a aceptarlo, a modelarlo o a entablar una mejor relación con nuestro cuerpo. Si somos violentos o iracundos, podemos utilizar la voluntad para incorporar rutinas que nos lleven a desarrollar más autocontrol y un temperamento más pacífico. Si no tenemos suficiente dinero, siempre podemos APRENDER nuevas y más efectivas maneras de conseguirlo.

Somos seres moldeables, a cada instante nos estamos construyendo a nosotros mismos con nuestros pensamientos. Con lo que decidimos pensar extraemos parte de nuestro Potencial espiritual ilimitado, y lo manifestamos como “realidad”. Pero nuestra verdadera realidad  es infinita. Tenemos una capacidad de aprendizaje eterna, y hay conocimiento de sobra en el mundo y a nuestra disposición, para completar esos aspectos en los que no nos consideramos “perfectos”. Como menciono en el libro “Perlas de Paz”:

“(…) todas esas cosas que anhelas,
no son tus carencias… SON TUS METAS.
Estás aquí para hacerlas realidad.”

Luciana Cámpora ©
www.lucianacampora.com

Libros y Escritos para el Desarrollo Personal y Espiritual

Participa:
Valorar
Cargando...
COMENTARIOS
0 comentarios
2018 Grupo Generaccion . Todos los derechos reservados    |  
Desarrollo Web: Luis A. Canaza Alfaro    |    
Editor de fotografía: Cesar Augusto Revilla Chihuan