La última que se les ha ocurrido en España para poder recolectar individuos para esa que dicen profesión de cura o sacerdote es la de aprovecharse de la bolsa de paro tan enorme que tiene ese país, pues se ofrece como un trabajo con anuncios televisivos ya que de otra forma no se interesa nadie por esa ahora ya si puede decirse pues son éstos que así lo califican “trabajadores por la fe”.
¡Caray con esta gente, se las inventa todas!, pues no sabíamos que eso era una profesión como otra cualquiera y encima subvencionada y con rebajas fiscales que a todos los ciudadanos les toca mantenerlos.
Decididamente hemos llegado a un punto donde se ha perdido la conciencia y responsabilidad ciudadana o mejor dicho gobernante al tolerar que un gremio (que no deja de serlo) se encuentre en condiciones más favorables a los otros.
Por otra parte se resalta el problema de que quienes o la mayoría que llegan a este país son procedentes del tercer mundo como se les denomina con tanto desprecio pues ya en el primero no se interesa ni el apuntador, pero eso sí el ritmo de vida de sus generalifes es como bien dicen “OMNIPOTENTE”, importándoles un bledo lo que la sociedad necesita y quiere mientras no pierdan su tren de vida que no es poco.