Involución de terror

Si bien es cierto que Alianza Lima viene pasando un momento muy difícil, no se me puede escapar pensar en la involución que han tenido en su juego tres jugadores que asomaban como cracks y que tuvieron una temporada en la que aseguraban partidos y se les vendía a todos los equipos del mundo en varios millones de dólares.

Fueron bautizados por la prensa y los hinchas como "Los nuevos potrillos" y el inicio de sus carreras profesionales hacía ilusionarse hasta el más incrédulo. Jorge Bazán debutó en Primera División haciéndole un gol a Unión Comercio tras ingresar en la segunda mitad del partido que abrió el campeonato 2011 para Alianza.

Paolo Hurtado saltó por primera vez al campo como profesional en el año 2008. Al igual que Cristofer Soto, el partido frente a Sport Áncash marcó el debut de ambos en la primera de Alianza y ambos compartirían la misma suerte al terminar la temporada: Serían prestados, a Juan Aurich y CNI respectivamente.

A su regreso al cuadro íntimo, ambos jugadores esperarían oportunidades para ser titulares, cosa que Hurtado logró un tiempo después y que Soto tendría más difícil (hasta ahora). El caso de Bazán sería similar al de Paolo. Con el correr de los partidos, los extremos aliancistas despegaron y llegaron a ser las figuras de Alianza, mientras que Soto fue calificado como el delantero que entraba y salvaba a Alianza con sus goles.

Los medios los calificaban como estrellas y cada jugador valía más de un millón de dólares. Todos les deseamos un gran futuro en el extranjero antes que estos hayan interesado de verdad a un club del exterior. Como toda historia de éxito inventado y de "excesiva sobrevaloración", estos terminan creyendo que son todo lo que se dice de ellos.

Hoy en día la realidad es otra. Coco Bazán no encara como antes, no pasa como antes y no pone como antes. Paolo Hurtado no marca y falla goles claves, cuando el juego no está por su sector se le ve cansado, desganado y cuando tiene que hacer ese esfuerzo de más, prefiere dejarlo para la próxima (solo que esta nunca llega).

Vuelvo a hacer una diferenciación en el caso de Cristofer Soto ya que este no goza de continuidad en el equipo. El ex 'tanque' perdió lo que hizo que se hable de él: el gol y la entrega. Y el hincha no deja pasar ese tipo de cosas.

La personalidad de Paolo Hurtado le jugó en contra ya que suele hablar mucho antes de hacer algo y hoy, con su tremendo bajón en su juego y su nula entrega, es blanco de todos los insultos en los estadios. Un jugador jamás debe creerse lo que se dice de él porque la falta de cabeza (en la gran mayoría) le jugará una mala pasada.

En mi opinión, ninguno debería ser titular hasta que les regrese el hambre de gloria que tenían cuando recién aparecieron en el fútbol. Esa involución en el juego y miedo a poner la pierna fuerte es algo que no se le puede perdonar a ningún jugador.

Jorge Bazán, Paolo Hurtado y Cristofer Soto son jóvenes y tienen al tiempo como su gran aliado para poder cambiar la imagen terrorífica que tienen ahora y que se ganaron gracias a su desempeño en los últimos tiempos. Solo está en ellos regresar a ser cotizados en millones y no en chapitas de gaseosa como ahora.