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Lunes 26 de marzo 2012

La innovación, un mandato (II)

Por: Francisco Huanacune
La innovación, un mandato (II)
Foto: fundacionsanmarcos.blogspot.com

Con un porcentaje de inversión en Ciencia y Tecnología – CyT equivalente al 0,15 por ciento del PIB, aunque más de uno le asigne tan solo el 0,1 en lugar del guarismo anterior, nada bueno se puede esperar en lo que concierne al devenir del estatus de la innovación en nuestra sociedad y en torno al estadío en el que se encontrará en términos de competitividad la economía peruana en el futuro. Nada. Con niveles de inversión que se encuentran por debajo de países como Brasil (1,12 por ciento), México (0,37 por ciento) y la misma Argentina (0,53 por ciento), sin dejar de mencionar a Chile (0,68 por ciento), que forman parte, vale recordar, de una región que se encuentra a la zaga en términos de estas cifras, nada bueno se puede esperar.

Si a lo señalado se le añade el hecho, tal como indica el Plan Bicentenario, el Perú hacia el 2021 elaborado por el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico - CEPLAN, del casi inexistente apoyo que reciben de parte del Estado los esfuerzos desplegados por las universidades y centros de investigación, así como también el casi inexistente estímulo a la innovación que podría emanar de las Micro y Pequeñas Empresas - MYPE, al igual que las pocas asociaciones de tipo universidad-empresa que pueden ser identificadas, podemos decir que en el horizonte ante a sí, los peruanos no podemos esperar algo que encuentre su fundamento en los necesarios acicates y eslabonamientos sistémicos que requiere la innovación para surgir por doquier.

En tal sentido, cabe por lo tanto recordar, que casi una década ha pasado ya desde que en los momentos aurorales del Acuerdo Nacional, una Política de Estado, la vigésima, anunciaba a la posteridad que como sociedad organizada los peruanos nos comprometíamos a “fortalecer la capacidad del país para generar y utilizar conocimientos científicos y tecnológicos, para desarrollar los recursos humanos y para mejorar la gestión de los recursos naturales y la competitividad de las empresas”. Añadiendo con énfasis que también asumíamos la tarea de “incrementar las actividades de investigación y el control de los resultados obtenidos, evaluándolos debida y puntualmente”, en fin... poco o nada con respecto a ello se ha hecho.

Diez años, podemos decir muy a nuestro pesar, se han perdido desde que nos comprometimos como país a asignar vía el Presupuesto General de la República mayores recursos a la investigación científica y potenciar las capacidades de creación racional de nuestra población. Los porcentajes así lo demuestran. Es el momento por lo tanto de introducir un punto de quiebre y generar sinergia potenciando el Sistema Nacional de la Ciencia y Tecnología, a fin de convertirlo en un verdadero vector de la innovación, condición sine qua non a la hora de pensar en hacer progresar a nuestro país en el ranking de la competitividad a nivel mundial. Apuntalando para esto al Consejo Nacional de la Ciencia y la Tecnología – Concytec, organismo rector del Estado peruano en este campo fundamental para el futuro del país.

El Perú requiere hoy pues más que nunca contar con un sistema de ciencia y tecnología de vanguardia. Autónomo, vale decir libre por ende de cualquier tipo de ingerencia, dotado al mismo tiempo de poderes a la altura de las altas expectativas que el peruano deposita en el futuro de su país, y que cuente sobre todo con los recursos necesarios a fin de ser capaz, al menos en un horizonte de mediano plazo, de movilizar en la dirección de la innovación al conjunto de nuestra sociedad. Ese es el mandato que emerge desde las entrañas de una sociedad de origen milenario cuyos miembros desean que su país ocupe el lugar de preeminencia en el escenario global que el destino le tiene con derecho asignado. Ese es el mandato, esa es la tarea que tenemos todos por delante.   

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COMENTARIOS
1 comentarios
Creo que se deberia empezar por fortalecer el nivel educativo destinando mas dinero para ello, favorecer a las universidades para la investigacion.
26 de marzo 2012
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