El desenmascaramiento político

Los resultados económicos terminan con los discursos engañosos de políticos de toda laya, no solo de izquierda sino también de derecha, y hago esta alusión por lo que se está viviendo en Argentina y que comienza a generar titulares en los medios de comunicación aquí, allá y acullá.

El país de La Plata está en la cresta de la ola por dos temas de resonancia internacional: el retiro de licencias de explotación y exploración a cargo de la hispano-argentina, Repsol-YPF y por las actitudes nada amistosas, entre las administraciones de Cristina Kirchner y David Cameron.  De allí se desprenden lecturas políticas de medidas que se toman desde Buenos Aires, que son válidas en la conjetura, pues la situación económica por esas latitudes es verdaderamente calamitosa, incluida la incredulidad en las cifras oficiales por parte de los organismos crediticios internacionales, lo que es un hecho gravísimo.

¿Qué pasó? Se les fue la mano a la pareja K, pues las causas se han dado cuando Néstor aún estaba vivo. Yo soy de los que piensan que el congelamiento tarifario de los servicios públicos y combustibles, así como el no pago de los bonos heredados, era una necesidad política inevitable y con temple que muy pocos tendrían, el fallecido ex Presidente asumió. El problema es que en los gobiernos con alta dosis de personalismo por el liderazgo del conductor, las decisiones se centralizan. La segunda medida después de haber superado la crisis era un progresivo sinceramiento de precios, lo que no se hizo y se fue en sentido inverso.

Hoy el sistema económico gaucho está al borde del colapso y en el terreno político aún nos falta mucho por apreciar, pues para los experimentados en el oficio, que es el caso de Cristina, la regla básica dice que hay que aglutinar en base a un sentimiento indiscutible y eso se llama apelar al nacionalismo, a nombre de ello cualquier cosa puede ocurrir. Los analistas que son militantes del neoliberalismo, van a tomar este caso como un ejemplo que la izquierda es un mal referente, lo cual no es necesariamente cierto. Les recuerdo que en plena era de George W. Bush y de Alan Greenspan, se generó el fracaso del sistema financiero americano, cosa que muy pocos alertaron. Así que los engaños no tienen color político (Con información de Expreso).