Banner Tuvivienda
Viernes 17 de mayo 2024   |   Contáctenos
REDES SOCIALES
Martes 27 de marzo 2012

Los dedos del organista

Por Grover Pango Vildoso.
Los dedos del organista
Foto:dailymail.co.uk

Nadie sino nosotros, los peruanos a través de nuestros gobernantes, nos hemos metido en un problema que pudo haberse evitado si hubiera habido coherencia y profesionalismo. Hemos quedado mal con unos por quedar bien con los otros, cuando pudimos no quedar mal con nadie porque no había necesidad.

Claro que podemos buscar en el tiempo las causales de la guerra del Pacífico y encontrar en ellas alguna participación de los intereses británicos. A contracorriente podemos mencionar al escritor y científico inglés Sir Clement Markham y su cariño comprometido por el Perú. Desde el otro lado hallamos la figura inolvidable del Generalísimo don José de San Martín en la independencia, como ejemplar la actitud del coronel Roque Sáenz Peña en Arica al lado del coronel Bolognesi. Pero también hay un reciente presidente Saúl Menem autorizando la venta de armas a los ecuatorianos en medio de un conflicto bélico con el Perú, siendo Argentina país garante de un tratado de paz entre los contrincantes. Nada menos.

Pero aunque la incómoda situación que hoy vive el Perú con Inglaterra a raíz de la llamada suspensión de la visita de la fragata HMS Montrose del Reino Unido tenga “patas cortas” y que el costo de un cierto malestar sea pasajero, como ha considerado el ex – canciller José Antonio García Belaúnde, lo cierto es que sólo la impericia diplomática de sus actuales responsables es la culpable de este embrollo.

Si bien existe una posición principista peruana de rechazo a cualquier forma de colonialismo, ello no nos convierte en el tribunal que resuelva, por las vías del respeto y la paz se supone, el diferendo sobre las islas Malvinas. Tampoco es ni soberano ni beneficioso que nos embarquen en todo lo que a un país amigo le interese. Lo que a nosotros nos importa está primero y es hora que aprendamos a actuar de ese modo.

Es decir, el pasado remoto y aún el reciente -en nuestra relación con otros países- son importantes en tanto sean referenciales pues señalan posiciones sustanciales que el Perú ha asumido y desea mantener, como la integración continental. Lealtad a los principios, sí. Pero realismo en nuevas circunstancias, también.

Por todo ello resulta inevitable observar el comportamiento de nuestra diplomacia y nuestro Canciller. De Gran Bretaña hay bastante que recibir y aprender sin que ello signifique subordinación. Así como es conveniente que Gran Bretaña siga siendo un importante inversor (es el segundo), también nos interesa reanudar relaciones en torno a la cooperación industrial en materia de defensa, que habían comenzado exitosamente en setiembre del año anterior, buscando remontar los distanciamientos con aquel país generados por la noble colaboración del Perú con Argentina en el conflicto de las Malvinas en  1982.

La cadena de desatinos no es poca, incluye la mala articulación entre los poderes del Estado y deja tambaleante la autoridad del Congreso de la República. Un error no se enmienda con otro error y por tanto la censura al Canciller agravaría la fragilidad gubernamental. Pero su comparecencia al Congreso en sesión reservada y una próxima renuncia deberán ser los signos de una enmienda reparadora.

Especialmente en asuntos tan delicados como las Relaciones Internacionales se requiere tener “dedos de organista”. Y en este caso se han usado guantes de box.

Participa:
Valorar
Cargando...
COMENTARIOS
0 comentarios
2018 Grupo Generaccion . Todos los derechos reservados    |  
Desarrollo Web: Luis A. Canaza Alfaro    |    
Editor de fotografía: Cesar Augusto Revilla Chihuan