Los cuidados en los animales mayores

A medida que envejecen nuestros compañeros de cuatro patas, comienzan a aflorar disfunciones orgánicas cuyo origen puede estar basado en antiguos desequilibrios físicos y emocionales, con lo cual la visita al veterinario se hace más frecuente y por patologías diversas, en apariencia desconectadas entre ellas.

Muchas de estas disfunciones pueden interpretarse, desde el punto de vista de la Medicina Tradicional China, como una reducción fisiológica del Yin y el Yang, con la consecuente influencia en la vitalidad y capacidad de acción y reacción de los órganos internos. También la correlación emocional/ física puede manifestarse plenamente al llegar a una edad avanzada.

Varios ejemplos de esto pueden ser las disfunciones músculo-esqueléticas, con cojeras, dolores al incorporase del descanso y al tratar de acostarse, al hacer sus necesidades (fecales y urinarias), al subir escaleras o al coche y el sofá; problemas respiratorios de bronquitis crónica, enfisemas, colapso traqueal, etc.; alteraciones cardiacas, con toses nocturnas e intolerancia al ejercicio; complicaciones en la cavidad bucal, con placa bacteriana que provoca halitosis (mal aliento), gingivitis (inflamación de encías) y estomatitis (lingual); aparición de polidipsia (aumento de la sed) y poliuria (mayor producción y emisión de orina diaria); también podemos encontrar masas tumorales, dermatitis y otitis.

Ante todo, un buen interrogatorio, que debe abarcar aspectos físicos y mentales de su vida en común con la familia cuidadora. Será muy importante saber si ha habido traumatismos (físicos y emocionales), tendencias a sufrir determinadas enfermedades (en qué estaciones del año, o en qué horas del día aparecen más frecuentemente), qué alimentos prefiere, en qué temperatura se encuentra más cómodo, cual es su actitud frente a otros congéneres (de su mismo sexo y del otro) y personas extrañas y qué situaciones le provocan miedo (petardos, tormentas).

Siempre nos ayudaremos de analíticas de sangre y de orina, así como también, en caso de ser necesario, electrocardiogramas, radiografías, ecografías, etc., para contar con una información más profunda y certera.

Una vez analizado el contexto fisco y emocional del animal y con las pruebas complementarias que acabamos de mencionar, encauzaremos el tratamiento más conveniente para tratar la disfunción que se nos presente, la cual podríamos denominar Una vez analizado el contexto fisco y emocional del animal y con las pruebas complementarias que acabamos de mencionar, encauzaremos el tratamiento más conveniente para tartar la disfunción que se nos presente, la cual podríamos denominar energética/orgánica. En definitiva, el historial nos hablará de la personalidad del animal y de las partes frágiles de su organismo, y junto con una exploración física podremos llegar a conclusiones y ayudarle a reequilibrar su organismo, ya sea con la aplicación de agujas, moxibustión, suplementos fitoterapéuticos, medicamentos homeopáticos o suplementos nutricionales.

En las sesiones semanales de acupuntura se recogerá la información a través del cuidador, con las novedades que haya podido haber en cuanto a actitud física y mental, con lo cual se readaptaran los puntos a estimular o sedar.

Cada encuentro semanal, a su vez, implicará un seguimiento más cercano de nuestro paciente y un acompañamiento a sus cuidadores ante dudas, incertidumbres, preocupaciones.

Es función del veterinario holístico llevar a cabo una observación metódica del comportamiento de su paciente (orgánico y emocional), para así poder colaborar, junto con su energía vital y el entorno de sus cuidadores, a lograr el equilibrio, lo cual se reflejará en una buena calidad de vida y en una vitalidad que irradiará a su alrededor.

Está claro que la medicina veterinaria holística podrá acompañar en determinadas situaciones agudas o enfermedades, ya sean infecciosas, endocrinopatías, cardiopatías, emergencias quirúrgicas, etc. Nunca desestimaremos el avance de la medicina convencional en cuanto a resolver situaciones insalvables por otras terapéuticas, pero sí podremos ayudar con medicamentos drenantes, hepatoprotectores, estimulantes del sistema inmunológico o masajes terapéuticos.

En resumen, la mejor medicina será la que cure y acompañe a nuestro amigo hacia una calidad de vida mejor, tanto física como emocional, reduciendo al máximo los potenciales efectos secundarios.

Nota: publicada en laeco.net