Un gran regalo le ha dado al país nuestro querido escritor Mario Vargas Llosa. En Arequipa, ciudad donde nació hace 76 años y en la cual se encontraba celebrando su cumpleaños, anunció que había decidido donar su estupenda biblioteca de 30,000 ejemplares a la ciudad que lo vio nacer. Tremenda noticia que nos alegra y que, no lo dudo, transformará a Arequipa en la capital cultural del Perú.
Confieso que hace unos meses pensé que el destino de la biblioteca de nuestro premio Nobel sería una universidad estadounidense o europea. Pensaba que en Cambridge u Oxford, donde ha sido profesor invitado, estaría el alojamiento definitivo de su biblioteca o con ilusión, en el mejor de los casos, en su alma mater la cuatricentenaria Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Pero no ha sido así. Mario Vargas Llosa nos ha sorprendido gratamente, ha decidido donar su biblioteca a Arequipa. Gran tarea y responsabilidad tiene ahora la Blanca Ciudad (así se conoce a Arequipa) para conservar adecuadamente semejante encargo.
Se tiene pensado que la Biblioteca Mario Vargas Llosa se ubique en lo que fue la casa del escritor. Allí se construiría un complejo cultural el cual sería escenario de diversas actividades.
Un hecho que no puede pasar desapercibido es que Mario ha señalado que la mayoría de libros están relacionados con la literatura o indirectamente con ella: los clásicos, la modernidad, sociología, ensayos, historia y, cómo no, la política. Los textos están enriquecidos pues contienen las anotaciones, al margen, del escritor. Estoy seguro que este hecho en especial servirá de estímulo a tantos jóvenes con apetito intelectual. Arequipa será, gracias a Mario, destino de peregrinación intelectual.
Muchas gracias a nuestro notable y más exitoso escritor. Si bien es cierto la entrega será a plazos, pues como todos deseamos, Mario todavía necesita de su biblioteca por muchos, muchos años más, esta expresión de inmenso cariño por el país merece ser agradecida por todos nosotros.