La reeducación postural

El método de la reeducación va dirigido a toda persona que tenga necesidad de aliviar el dolor, tanto si es de origen muscular como articular.

La postura de cada uno de nosotros está influenciada por factores muy diversos: hereditarios, viscerales, emocionales, por las actividades que realizamos diariamente y por los hábitos que vamos adquiriendo. Cuando mantenemos mucho rato la misma posición, tanto si estamos sentados como de pie, se produce un desequilibrio de las cadenzas musculares, y si, además, la postura es incorrecta, la sobrecarga articular y la tensión muscular aún son mayores.

Si una persona tiene problemas de salud en los órganos internos o las vísceras (frecuentemente problemas digestivos), el cuerpo desarrolla posturas incorrectas con el fin de proteger estas zonas afectadas. Por ejemplo, si se trata de una hernia de hiato, se puede producir un cierre anormal del diafragma, lo cual condiciona una cierta flexión de la columna vertebral, que provoca tensiones musculares y articulares en la espalda y otras partes del cuerpo.

Llegados a esta situación, el cuerpo reacciona y nos sentimos cansados y doloridos, nada que ver con el estado de calma física y psíquica llamado relajación. Si no sabemos escuchar a nuestro cuerpo o no queremos hacerlo, nos seguirá avisando cada vez con signos más alarmantes.

LA CADENA MUSCULAR

Los músculos no trabajan individualmente, lo hacen en grupo, y un grupo de músculos que trabajan juntos para realizar un movimiento o para mantener una postura es una cadena muscular. Según el lugar en donde se experimente dolor, sabremos qué cadena muscular deberemos trabajar.

Por ello se tienen en cuenta ocho posturas correctoras distintas, según la patología y los síntomas que presenta cada persona.

La postura correctora se va desarrollando a lo largo de cada sesión, con estiramientos suaves y progresivos, empezando por la parte en donde se experimenta el síntoma o dolor y llegando a la causa del mal. Toda la atención de la persona está en su propio cuerpo, lo cual permite trabajar la conciencia corporal. El dolor y las tensiones van cediendo durante el trabajo hasta llegar a la liberación y el bienestar.

¿QUIEN NECESITA UNA REEDUCACION?

La reeducación tendría que ser imprescindible para toda persona que sufra dolor muscular, rigidez cervical con dolor de cabeza, hormigueos en las manos, cifosis, lumbalgias, hernias discales, patologías de cadera y de rodilla, etc. También es ideal para prevenir y mejorar el dolor provocado por la artrosis, ya que descomprime la articulación lesionada y alarga los músculos que la rodean.

LA RESPIRACION

Trabajar la respiración conlleva un gran beneficio físico, emocional y mental. Al final de cada sesión, la persona se siente liberada y rejuvenecida. Como se han estirado las cadenas musculares en su totalidad, ni que sea un milímetro, se recupera la vitalidad perdida, se retrasa el proceso de envejecimiento de las articulaciones y se mejora la circulación sanguínea y la respiración pulmonar.

La conciencia de la propia postura es fundamental para la prevención de enfermedades y nuestro cuerpo funcionará mejor si nuestra postura es la adecuada.

Nota: publicada en laeco.net