El erotismo, encanto del deseo sexual

El erotismo es aquel aspecto exclusivamente humano que se basa en estimular, de una manera consciente, la imaginación y los sentidos con la finalidad de abrir la puerta al deseo sexual. El erotismo despierta la sexualidad, la humaniza y le da fuerza, a la vez que genera complicidad y unión en la pareja que se recrea en ello.

El erotismo, igual que cualquier otro aspecto humano, lo podemos aprender. Hay que destinarle tiempo y dedicación, y si además le ponemos ganas, mejor. En la etapa del enamoramiento, el erotismo está presente sin que las parejas sean muy conscientes: hay tanto anhelo de poseer al otro que el deseo genera todo tipo de pensamientos y de conductas eróticas.

Pasada esta etapa, el deseo decae en muchas mujeres y entonces es necesario, para revitalizar las relaciones sexuales, utilizar de una manera consciente el erotismo.

La vista, el oído, el tacto, el olfato y el gusto son los sentidos que nos hacen percibir el mundo generándonos sensaciones, sentimientos, emociones, pensamientos y conductas. Para vivir una sexualidad plena hay que estimular los sentidos de la manera adecuada y buscar situaciones íntimas que enciendan el deseo de ir más lejos. El objetivo del erotismo es generar sensaciones de proximidad, de compenetración, de comunicación erótica, de seducción, de amor. Es importante dares cuenta de que estos objetivos son más sensuales que no sexuales, de modo que el coito no es tanto la finalidad del erotismo como su consecuencia: el erotismo estimula tanto los sentidos que solo el orgasm puede apaciguarlos.

LA VISTA

 Es un sentido muy poderoso en el hombre.

Para él, ver el cuerpo desnudo de su mujer ya es excitante. Si ella se envuelve con transparencias, perlas, tacones altos que lucirá para la ocasión, ropa interior seductora, un maquillaje más acusado del que utiliza normalmente, etc., seguro que tendrá al hombre predispuesto rápidamente. Cabe recorder que mientras estamos en una conversación íntima, las miradas, las sonrisas y la risa son claves para la seducción.

Unas uñas limpias y bien cortadas en el hombre generan tranquilidad en la mujer, la cual teme por sus genitales, que son sensible y a veces propensos a las infecciones. Ver una película erótica (¡ojo!, mejor erotica que no pornográfica) y entretenerse en las escenas más sensuales, pasarlas a cámara lenta, aumenta el erotismo de la relación.

Si a continuación la pareja se dedica a hidratar cada uno el cuerpo del otro con una crema especialmente escogida para la ocasión, habremos creado todo un mundo de intimidad necesario para que la mujer vaya desconectando de las obligaciones diarias y se vaya abandonando a las sensaciones eróticas. Eso también es muy necesario para el hombre, ya que siente como su mujer se abandona y disfruta de las sensaciones que él le proporciona.

 Unas velas de olor ayudarán a crear intimidad en el lugar del encuentro sexual y perfumarán la habitación.

EL TACTO

 Es un sentido muy poderoso en la mujer, tanto, que un hombre que sepa acariciar bien a su mujer podrá disponer de ella casi tanto como quiera. Hacer caricias adecuadas al otro, sobre todo si es a la mujer, no es nada fácil. El hombre tiene que saber que no son válidas todas las caricias (al principio es mejor no tocar los pechos y los genitales, casi como si no existiesen: es una forma de hacerlos presentes y que la mujer acabe deseando el contacto).Hacerlo dando a la mano o a la boca el ritmo y la presión adecuados a cada rincón del cuerpo requiere un aprendizaje necesario para el erotismo.

MANERAS DE ESTIMULAR

LOS SENTIDOS ERÓTICAMENTE

EL OLFATO

Las mujeres tienen una percepción más aguda que los hombres de los olores. Para ayudar a crear una situación erótica es importante que nuestro cuerpo esté limpio, recién duchado. Podemos lavarnos con aquel jabón que le gusta a nuestra pareja, ponernos aquel perfume que nos gusta tanto a los dos y que está tan asociado a lasrelaciones íntimas. Una manera ideal para estimular el erotismo es que la pareja se duche junta.

Dedicar un tiempo a enjabonar el cuerpo del otro, con sensualidad, y darse abrazos con el cuerpo, con la piel suavizada por el jabón, genera multitude de sensaciones eróticas (además, se estimulan el tacto y la vista).

 Si a continuación la pareja se dedica a hidratar cada uno el cuerpo del otro con una crema especialmente escogida para la ocasión, habremos creado todo un mundo de intimidad necesario para que la mujer vaya desconectando de las obligaciones diarias y se vaya abandonando a las sensaciones eróticas. Eso también es muy necesario para el hombre, ya que siente como su mujer se abandona y disfruta de las sensaciones que él le proporciona.  

EL GUSTO

Este sentido va muy ligado al olfato. La boca debe oler bien para poder abandonarse al gusto de los besos. Cuando la pareja se ha duchado y perfumado, irán al dormitorio, en donde pueden tener, en la mesita de noche, unas bebidas y unos bombones (u otra exquisitez) para poderse regalar el gusto de la boca mientras van entrando en una conversación íntima. Mientras la conversación va creando un clima afectuoso (en estos momentos se estimula el oído), podemos probar el gusto que nos da la bebida desde la boca del compañero, incluso podemos verterla en alguna parte del cuerpo y, mientras bebemos, vamos lamiendo la piel que amamos.

Algunas veces podemos utilizar mermelada, nata, chocolate… para comerlo sobre el cuerpo de nuestra pareja.

 Los buenos amantes saben apreciar, sentir y dejarse llevar en las manos del otro, saben que la calidad de las caricias y de las sensaciones producidas determinará la calidad de la entrega. Las manos, la boca, los dientes, la lengua, son elementos de estimulación potente. Pero también podemos utilizar los cabellos si son largos, las mujeres el pecho y los hombres el miembro viril, con el fin de ofrecer distintas sensaciones a la pareja. También es muy interesante el tacto que proporciona acariciarse el cuerpo con aceite infantil, plumas, seda, guantes de piel, etc.

Nota publicada en laeco.net