El color y los estados de ánimo

El color nos ha interesado desde tiempos remotos. El arte, la ciencia y la filosofía se han ocupado de comprender su lenguaje y de desvelar sus utilidades. Hombres como Pitágoras, Aristóteles, Leonardo da Vinci, Newton o Goethe desarrollaron, cada uno en su tiempo, una teoría del color. Según el poeta alemán, cada color es un signo que posee su propio significado y produce en nosotros efectos muy concretos. Rudolf Steiner, el padre de la antroposofía, investigó sobre el color relacionándolo con formas y sonidos y sus efectos sobre los seres vivos. La medicina tradicional China y el Ayurveda relacionan cada órgano del cuerpo y cada sistema energético con un color, y lo utilizan en el proceso de equilibrar a la persona.
    
 La mente humana asimila muy fácil-mente el lenguaje del color. Podríamos decir que de alguna manera tenemos incorporado su código. Sus aplicaciones son variadas y se extienden a campos tan diversos como la psicología, la publicidad, la decoración, la estética, la medicina y las terapias alternativas, como la terapia por la música y el color o la cromopuntura (acupuntura con color), la horticultura (en la salud de las plantas y como plaguicida),...
  
 El color tiene la facultad de equilibrar nuestra parte física, mental y emocional. Nos puede ayudar tanto para tratar un dolor de espalda como una depresión. Todo desequilibrio nos habla de una carencia a través de sus síntomas y a menudo la fuente de esa carencia se encu-entra en la falta de un color determinado. El color trabaja de un modo realmente eficaz en los estados de ánimo, ya que los puede transformar.

LA MÚSICA Y EL COLOR
La música y el color son dos lenguajes paralelos, se trata de lenguajes vibra-cionales afines, por tanto pueden concer-tarse a una sola voz. Cuando trabajamos en la terapia de color, utilizamos estos dos elementos conjugados, de manera que hablen el mismo idioma o, mejor dicho, que causen el mismo efecto.

LAS APLICACIONES DEL COLOR
Cuando el color se utiliza como terapia, inundamos del color determinado una habitación. Mediante filtros y gelatinas en los focos, creamos ambientes de un color determinado. También se aplica a través del cuarzo, que es un magnífico condu-ctor, o bien mediante gemas, para rellenar zonas concretas del cuerpo y canales energéticos.
La aplicación del color nos influye tanto positivamente como negativamente, por ello, si ponemos un color opuesto al que necesitamos podría alterarnos el sistema nervioso o bien potenciar el estado anímico que queríamos cambiar.

LA PRIMAVERA, LAS EMOCIONES
Y EL COLOR
Aunque en primavera la vida se manifiesta pletórica y explosiva, el aumento de las horas de luz altera nuestro ritmo biológico y hormonal, lo que se traduce a menudo en trastornos físicos y emocionales. Nuestro estado de ánimo se ve alterado y el color puede ayudarnos a encontrar de nuevo el equilibrio. En general, si alguien está deprimido, lo más probable es que le falte el color naranja, y si está demasiado estresado, primero habrá que ayudarlo a tranquilizarse con un color azul. Cada persona y situación es única y distinta.

Nota publicada en laeco.net