El delito de sedición en el juicio contra Jesús

El  Juicio de Jesús, consistió  en realidad en un doble proceso: el religioso o judío ante el Sanedrin, y el Político ante el Procurador y Gobernador de Judea, Poncio Pilatos. El primero, regido por la "Ley Judía" y el segundo por la "Ley Romana". Había una coexistencia entre estos derechos. Roma tuvo tres regímenes de gobierno sucesivos: La Monarquía, la República y el Imperio. El Derecho Penal Romano que prevalecía en esa época era el del Imperio Romano del emperador  Augusto y, casi al final, el de Tiberio.

En la época de la pasión de Jesús,  la mayoría de judíos pensaba que Barrabás era un patriota -sin duda lo era- que encabezó una  insurrección  contra el poder de Roma, por lo tanto, era culpable del delito de sedición por el que también juzgaban a Jesús, La diferencia estaba en que Jesús hablaba de  un reino que no era de este mundo, mientras que Barrabás hablaba de Judea. Esta aureola de luchador social, líder político y miembro del partido de los Zelotes, convirtió a Barrabás en un líder popular, que fue indultado por el pueblo judío a cambio de la muerte de Jesús. Años después moriría en la cruz como un mártir cristiano, que la iglesia prefiere ignorar.

Por su parte, el poder judío que se concentraba en  Jerusalén vio en Jesús a un agitador obsesionado, a un falso Mesías e incluso a un blasfemo y apátrida medio loco, y sobre todo, a un peligro para sus intereses económicos, religiosos y políticos. Por eso exigieron su muerte y calificaron su resurrección de un engaño de los discípulos. La mayor parte de los judíos aceptaron esta versión difundida por los sacerdotes. Los judíos no pensaban que Jesús era un sedicioso. Solo era uno más de los cientos de Mesías que aparecían en Palestina.

Sentencia prevaricadora

Violando el debido proceso, el Sanedrín, emitió la siguiente sentencia contra Jesús:"el sanedrín de Israel reunido legalmente a la sombra del santuario, para entender la causa de Jesús de nazareth, acusado de blasfemo y hacerse hijo del altísimo, después de haber invocado la asistencia del eterno justiciero, fuera del cual es imposible obrar en justicia y proceder rectamente, condena por 65 votos contra 6, a muerte ignominiosa de cruz, a Jesús de nazareth (… ) perezca la memoria del blasfemo y los hijos estériles de su linaje y parentela, maldigan a sus padres en su vejez, para que Dios borre su raza y su memoria de la faz de la tierra." "amén; amén."

Un detalle clave: en el derecho hebreo no se contemplaba la crucifixión como pena de muerte, sino en la lapidación, que consistía en el apedreamiento del condenado. Por consiguiente el Sanedrín aplicó a Jesús una pena de muerte no prevista en la ley judía (prevaricato). La crucifixión era una pena de muerte que se contempló en el derecho romano para castigar los delitos más graves, como la piratería, la sedición y la rebelión.

La confesión de parte justificó la sentencia

En apariencia se trataba  de un concurso de delitos, aunque en realidad Pilatos solo podía juzgar por sedición en aplicación del derecho romano. Cuando Pilatos conduce el juicio sumarísimo contra Jesús, (con  infracciones al debido proceso) la prueba más contundente según el derecho romano de esa época era la autoinculpación, es decir, la confesión testimonial de parte. Aquí se aplicaba el principio de  “a confesión de parte relevo de pruebas”. La respuesta autoinculpatoria de Jesús a la pregunta de Pilatos: ¿Eres tu el Rey de los Judíos?, fue el argumento decisivo de la sentencia.

Como hombre de derecho, opino que este tribunal religioso cometió dos faltas: condenar a Jesús a la muerte en la cruz sin tener competencia para decretarla, para un delito de blasfemia, que no existía en el derecho romano, que al final se le aplicaría al inculpado. Era un caso típico de prevaricato, que consiste, en general, en emitir una resolución o un dictamen, contrarios al texto expreso y claro de la ley, o citar pruebas inexistentes o hechos falsos, o  apoyarse en leyes supuestas o derogadas, Sin duda el juicio de Jesús fue uno de las más grandes crímenes de la justicia.