Los países más inteligentes aprenden en cabeza ajena –alemanes y chinos– los inteligentes en cabeza propia –ingleses, franceses y americanos– los menos inteligentes ni siquiera en cabeza propia y repiten sus errores, como nosotros. En Europa los socialistas llegaron al poder ofreciendo las “sociedades de bienestar” y ahora están aprendiendo las lecciones que nosotros aprendimos con la dictadura de Velasco: que no se puede gastar más de lo que ingresa.
Los Estados de Bienestar iniciaron el desastre cuando los gastos sociales aumentaron con mayor rapidez que el crecimiento económico, porque creyeron que estos servicios son bienes económicos superiores a la generación de riqueza y en vez de promover el incremento de la productividad y la riqueza, cubrieron el déficit con deuda.
Otorgaron a sus ciudadanos excesivos derechos a beneficios y servicios con sus políticas sociales de protección y asistencia. Esto les permitió mantener un nivel de vida socialmente aceptable, al margen de la participación del mercado y desarrollaron sistemas nacionales de escolarización y salud acompañadas con redes nacionales de seguridad social, sin el debido sustento económico. M. Friedman dijo: Una economía subsidiada jamás puede funcionar bien, y tenía razón porque todo lo que uno recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otro deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo, ya que el Gobierno no puede entregarle nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a otro. No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola.
Tratando de salvar España, Rajoy ha realizado grandes recortes a los excesivos beneficios laborales y subsidios familiares y está reduciendo los gastos fiscales y el PSOE, causante del desastre, se ha ido a las trincheras a combatir al gobierno actual, sin reconocer su responsabilidad en la crisis que fue creada por ellos; y los trabajadores en lugar de repudiar y castigar a los culpables del PSOE, vuelven a creerlos sus defensores y se van a la huelga en contra del ajuste económico que los regresa a la realidad.
Igual nos pasó con la dictadura de Velasco, que financió sus utopías socialistas elevando nuestra deuda externa de US$ 800 millones en1968 a catorce mil millones de dólares en 1980 y que tuvimos que pagar. Por supuesto los caviares tampoco aceptaron su culpa y lloriquearon culpando de nuestra desgracia al neoliberalismo y su brazo armado el FMI. Felizmente corregimos el error y salimos de la crisis. Ahora estamos bien y ojalá hayamos aprendido la lección (Con información del diario Expreso).