Banner Tuvivienda
Miércoles 08 de mayo 2024   |   Contáctenos
REDES SOCIALES
Martes 10 de abril 2012

Bullying o la crueldad

Por: Grover Pango Vildoso
Bullying o la crueldad
Foto: Vanguardia.com.mx

El asunto del acoso, hostigamiento, intimidación, victimización o agresión, tanto  a niños como a niñas, por cualquier motivo -que se ha dado en llamar “bullying”- vuelve a cobrar actualidad en cualquier lugar y en cualquier momento. Por eso hay que mantener viva una campaña que le salga al frente.

Una denuncia pública del escritor Fredy Gambetta sobre la golpiza recibida por un niño en un colegio estatal ha conmovido a Tacna. La víctima: un niñito proveniente de un distrito del litoral. La posible causa: el color de su piel. El niño es más bien “blanco”. Un problema de minorías en un nuevo contexto étnico-cultural.

La irracionalidad de la violencia que se instala en los escolares puede ser muy diversa. Siempre hay “razones” –o  mejor dicho “sinrazones”- que dan pie a estos comportamientos absurdos. Pueden ser los rasgos físicos, algún defecto, alguna tendencia, la ropa que se usa y hasta el nombre de una persona.

No siempre se trata de violencia física. La humillación es también una forma de herir, de “golpear”. A veces comienza sólo con bromas pesadas (ubicar a alguien “de punto”, como se suele decir), pero luego es difícil establecer los límites. Existe otro caso de un niño a quien le falta el pabellón de una oreja, defecto que él buscaba disimular con un cabello suficientemente largo. Sus profesores, en una estúpida decisión, lo obligaron a cortarse el cabello con esos conceptos militarescos de antaño, aumentando el daño a la autoestima del muchacho. Es fácil suponer su aislamiento, la nula participación en todo: es como no existir.

Poco debiéramos esperar de la existencia de una ley al respecto (Ley 29719), lamentablemente. Su valor preventivo puede perderse en los vericuetos administrativos. Debiéramos confiar más en la conciencia colectiva que debemos construir, a partir de la denuncia de los hechos y en el señalamiento de sus características, exigiendo responsabilidad a quienes la tienen de todas maneras: los padres de familia y los docentes, en primer lugar.

No faltará quienes aleguen que los padres de familia no tienen tiempo para sus hijos por su trabajo; perdonen, para los hijos siempre tiene que haber tiempo. Se podrá alegar que hay muchas familias disfuncionales; bueno, alguien tendrá que reaccionar y buscar apoyo en el resto de la familia. No faltará el alegato a favor de los maestros desalentados; sobre eso no queda mucho por escoger: o se dan cuenta de una buena vez que ellos escogieron la profesión o con mucha dignidad la abandonan. La batalla por la dignificación docente se brinda en otro escenario, como la carrera pública magisterial por ejemplo. Aunque en materia de profesionalismo la “ley antibullying” prevé (y ojalá cumpla) la presencia de sicólogos y tutores, que tanta falta hacen en la educación peruana.

El acoso, que en versiones antiguas se llamaba también “abuso”, data de tiempo atrás. Ha crecido en intensidad y violencia como la sociedad misma lo ha hecho, para mal de nuestras culpas. El asunto es complejo y tiene matices. También tiene historias como una ocurrida en el Colegio Militar “Leoncio Prado” hace décadas, donde un fornido estudiante provinciano se dedicaba a defender a puño limpio a todos sus paisanos que recibían los abusos de los limeños o de los alumnos de años superiores, como ha sido (¿seguirá siendo?) tradición en colegios así. Esas soluciones también valen, muchas veces.

Participa:
Valorar
Cargando...
COMENTARIOS
0 comentarios
2018 Grupo Generaccion . Todos los derechos reservados    |  
Desarrollo Web: Luis A. Canaza Alfaro    |    
Editor de fotografía: Cesar Augusto Revilla Chihuan