Tentando a Nadine

Queriendo o sin querer Keiko Fujimori ha realizado la semana que pasó una de sus más inteligentes jugadas políticas al sostener que Nadine Heredia no debería tener impedimento alguno para postular a la Presidencia de la República el 2016. La inmediata reacción de propios y extraños la coloca en una inmejorable posición para negociar políticamente desde nombramientos a la vista, hasta condiciones de mejoría o libertad en el trato penitenciario para su padre. Además, regresa a la palestra haciendo gala de su protagonismo en la toma de decisiones nacionales a través de la numerosa bancada que tiene en el actual Parlamento.

La opinión llega en momentos en que las diversas encuestas nacionales le otorgan a la esposa del Mandatario una mayor popularidad que a él, motivando los sueños de opio de sus seguidores que sin haberse todavía ubicado adecuadamente en el poder, creen que a través de la Primera Dama podrán disfrutar de periodo más largo.

Pisando el palito con infantil reacción, el Presidente del Congreso ha sumado los votos que le han venido siendo esquivos durante su gestión para los temas de verdadera trascendencia y ha saludado el gesto de quien de ser "representante de una época oscura" ha pasado seguramente a tener condiciones de estadista con la grandeza de su generosidad y desprendimiento. Seguramente sus palabras se basan en la ilusión de generar una luna de miel que apruebe la ley "pro Nadine" y de paso su reelección en el cargo.

Desde otra esquina, sin embargo, se han opuesto sus socios "chakanos" que han respondido virulentamente primero recordándole al fujimorismo "toda su historia" (a propósito del 5 de abril) y luego afirmando que Abugattás no es el candidato para una nueva presidencia del Parlamento. Otros socios menores de éstos enmudecen y el laberinto acelera el corazón de "desesperados aspirantes".

Perdido como siempre, Toledo debe estar pensando en ser el candidato del centro y gozar con el apoyo de lo que quede del humalismo para las próximas presidenciales.

Los fujimoristas también han manifestado dudas y oposiciones, fortaleciendo más la importancia de Keiko en esta negociación. Ad portas de elegir magistrados del Tribunal Constitucional, Defensor del Pueblo y directores del BCR y en medio de un plan para lograr liberar a su padre, la joven Fujimori entra con fuerza a las negociaciones de fines del primer año de gobierno.

Entre tanto aprendiz, sin embargo, el silencio acompaña a los zorros viejos (Con información del diario Correo).