“El camino para el regreso de Cuba al sistema interamericano está allí y nosotros anhelamos que Cuba siga ese camino lo antes posible”, declaró el asesor especial del presidente Barack Obama para América Latina, Dan Restrepo, en diálogo con periodistas en vísperas de que el presidente norteamericano viaje a Colombia este viernes para participar en la llamada Cumbre de las Américas.
Lo que Estados Unidos (EE.UU.) llama “Sistema Interamericano” es la urdimbre de la Organización de Estados Americanos (OEA), el fracasado medio de control político que Washington concibió después de la Segunda Guerra Mundial para velar por sus intereses en la región como un instrumento de la Guerra Fría. Para “que Cuba siga ese camino lo antes posible” EE.UU. lo ha intentado todo durante cincuenta años: invasiones, terrorismo, guerra económica y campañas mediáticas. Sin embargo, a la postre, América ha terminado siendo otra y el “sistema interamericano” ha quedado obsoleto frente a esa realidad.
Mientras se acerca el evento de Cartagena, más gobiernos latinoamericanos se están manifestando porque esta sea la última cumbre sin Cuba. Así lo ha hecho el presidente anfitrión, Juan Manuel Santos, al inaugurar ayer el Centro de Prensa de la Cumbre: “No tengo una bola de cristal para predecir el futuro, yo espero que sea la última cumbre sin Cuba, espero que podamos avanzar y tender puentes, unos puentes efectivos para que esta sea la última cumbre sin Cuba”. Santos es quizás uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos en la región y se ha visto en una difícil posición por el empeño norteamericano en excluir a la Isla.
Contra la obsesión estadounidense por excluir a Cuba se pronunciaron en una declaración conjunta de cara a la Cumbre los cancilleres de Argentina y Brasil. La presidenta brasileña, Dilma Rouseff, acaba de abordarle el tema a Obama durante su visita a Estados Unidos y según reveló posteriormente la propia Rousseff el presidente estadounidense no replicó.
El presidente de México, el otro país de la región que junto a Argentina y Brasil integra el exclusivoG-20, se encuentra de visita en la mayor de las Antillas y no precisamente para representar los intereses de EE.UU. Todos los países del continente, con la obvia excepción norteamericana votan en Naciones Unidas contra el bloqueo a Cuba y la naciente Comunidad de Estados Latinoamericanos lo ha condenado en su reunión fundacional. Pero aún así, Washington cree que el camino equivocado lo lleva el gobierno de la Isla.
Lo que se está diciendo hasta por los propios aliados norteamericanos es bastante claro y se lo van a repetir a Barack Obama en Cartagena de Indias: O Cuba va a las Cumbres de las Américas o no hay más “sistema interamericano”. No solo para Cuba, sino para la mayor parte de Latinoamérica ya pasaron los tiempos en que los anhelos de EE.UU. señalaban caminos.