Perdón, Nancy

Perdón, Nancy Flores Páucar, tu muerte se explica, solamente, porque no hemos hecho nada, o muy poco, para acabar con los guardaespaldas de los narcotraficantes y que se autodenominan senderistas. Ellos están allí hace años, ya sin ideología real salvo la de cobrar por asegurar las rutas del narcotráfico. Pero, también nosotros, estamos allí, hace años, incluso antes que ellos. Pero, estos narcos miserables conocen mejor el territorio del Valle de La Convención, que nuestros soldados y policías. No sé decirte por qué, Nancy, pero esa es la realidad.

Perdón, Nancy, porque hace años hablamos de acabar con este flagelo nauseabundo del narcotráfico, pero en realidad no hacemos nada. Nada. Allí están las vergonzosas cifras del ingreso de insumos a la zona del Vrae, y se han propuesto mil soluciones, las hay sencillas y baratas y las hay complejas y caras. Pero, nosotros, ni una, ni otra. Que el scanner, que las garitas móviles, que la prohibición del ingreso de kerosén. Mucho hablar, cero hacer.

Perdón, Nancy, porque a tus 33 años, amabas a tu institución, la Policía Nacional del Perú, y tanto la querías, que no te importaba el mísero salario que recibías cada mes. Mientras otros, los que debieron evitar esto y no hicieron nada, no les importa si es bueno o malo tu pago. Solo les importa que las cifras cuadren bien, y que sean recibidos entre aplausos por los empresarios. Ni, siquiera te pagaban puntualmente tus viáticos. Al momento de elevarse tu alma al cielo, nosotros, el Estado, el gobierno, te debíamos varios meses de viáticos.

Perdón, Nancy, nos hemos llenado la boca, durante años, diciendo que los podridos guachimanes de los narcotraficantes están “muy disminuidos”. “No tienen capacidad de fuego”. Pero con fuego te mataron. Somos incapaces de reconocer que las políticas antidrogas han fracasado en el Perú. Y nadie se preocupa, en serio, por este tema. Sí, yo sé que estabas en el distrito de Echarate, en La Convención. Y que cuando hablamos de “narcoterrorismo” nos referimos más a otra zona. Pero, esto demuestra, cristalinamente, que ellos, los apestados, pueden movilizarse en distancias grandes, y con un buen contingente. Mientras la PNP o las FFAA, que están allá, ni se enteran, ni escuchan rumores, ni se dan cuenta. Nos agarraron Nancy, tan distraídos, tan confundidos, que ni siquiera sabíamos cuántos trabajadores habían sido secuestrados.

Perdón, Nancy, porque esto ha pasado por allá lejos y no aquí en Lima. Así que, la verdad, será poco lo que se hable de ti. Te quiero ser sincero, así será. Te dispararon cuando sobrevolabas la zona de Inkari Lagunas, en el sector de Alto Postakiato del distrito de Echarate. Eso queda muy lejos para quienes tienen que terminar, ya, con este lodazal que es el narcotráfico en el Perú. No te digo que vas a pasar al anonimato. Eso no. Tal vez algún día haya un colegio con tu nombre, por ejemplo. O alguna promoción de tu amada PNP lleve tu nombre. Pero, más pronto que tarde, algún alumno del colegio con tu nombre preguntará: ¿Quién fue la capitán Nancy Flores Páucar? Y es probable que para ese entonces ya nadie pueda responder esa pregunta. Somos muy, muy mal agradecidos, con los que dan su vida por nosotros.

Perdón Nancy, porque tú tenias derecho a vivir mucho mas. Tenías el derecho y el deber de buscar cada día tu felicidad. Es cierto que te mataron unos salvajes, pero es nuestra responsabilidad, y por eso te pido me perdones, por no habernos deshecho de esos salvajes hace ya demasiado tiempo.

Ruego a Dios que te reciba con amor y te siente cerca, muy cerca de su trono eterno (Con información del diario Expreso).