Entreguismo e imprevisión: alto costo

Los gobernantes que, por necedad e impulsados por representantes de fuerzas infiltradas en el Estado pero con mentalidad pro terrorista, cargarán en sus conciencias el alto costo que en vidas humanas, de militares y civiles, está produciendo esta arremetida sediciosa desde el Vrae.

Aquellos que se dedicaron a negociar con el terrorismo, los que creyeron que los sediciosos habían renunciado a su lucha armada, los ingenuos que para lograr una ilusa reconciliación cedieron en todo otorgando a los terroristas flexibilizaciones carcelarias, una comisión llamada de la verdad, flexibilización de la legislación antiterrorista, la nulidad de los procesos judiciales y la realización de nuevos juzgamientos con pruebas diminutas por el tiempo, la concesión de beneficios penitenciarios para los que fueran nuevamente condenados, a la par de una implacable persecución contra los agentes del Estado, llámese personal de las FFAA y Policiales y a los representantes políticos de entonces para equiparar entre ambas partes la condición de criminales; aquellos, tendrán algún día que rendir cuentas de tanta imbecilidad que incluyó el desmantelamiento operativo de las fuerzas de seguridad y el debilitamiento moral de nuestros militares y policías.

Hace aproximadamente dos meses que se publicó en muchos diarios de la capital que los sediciosos del Vrae se estaban movilizando hacia Vilcashuamán y La Convención y nadie hizo nada y se quedaron tan quietos a pesar que los pobladores de la zona adyacente a Camisea, que merece la mayor protección por el gas, han manifestado que ya desde hacía tiempo los terroristas habían tomado posiciones en las alturas cercanas a ellos. Con tanto tiempo a su favor, los sediciosos prepararon el escenario de guerra con dos finalidades lógicas: la política con el secuestro de trabajadores de una de las empresas que exploran la existencia de más gas en la zona y la militar con la invitación a la intervención de las FFAA y la PNP para liberar a los rehenes sabiendo que en ese terreno ya conocido y con trampas por todos lados, el costo de vidas de nuestros soldados y policías sería, y ya vemos que lo es, muy alto.

El desafío lo lanzaron los terroristas cuando prometieron volver para llevarse el material explosivo solicitado. Al gobierno no le quedó más opción que asumir este alto costo. ¿Cuál será la estrategia integral si es que la tenemos? (Con información del diario Expreso).