Mientras esperamos la decisión política del Ejecutivo, hagamos una descripción de las recomendaciones que se presentan en el informe final de los peritos, y desarrollemos el numeral 3, con el objeto de evaluar el peso específico que tienen las lagunas en el proyecto Conga.
1. Optimizar las condiciones de conservación de los suelos orgánicos, procedentes de diferentes desmontes, en los previstos depósitos de almacenamiento, para mejor preservación de su banco de semillas.
2. Conservar adecuadamente los materiales húmicos procedentes del desmonte del bofedal Perol, para su posterior empleo en labores de rehabilitación internas o externas.
3. Evaluar técnica y económicamente alternativas de reubicación o desplazamiento de los desmontes del tajo Perol, para tratar de evitar que recubran a las lagunas Azul y Chica, dada su importancia, sin excluir otras alternativas de compensación hidrológica y ambiental, que pudieran presentarse y evaluarse durante la ejecución del proyecto, que sean técnica, económica, social y ambientalmente aceptables, diferentes a las aquí expuestas.
4. Mejorar la disponibilidad de agua, mediante la regulación a través de reservorios.
5. Estudiar la posibilidad de encapsular los rechazos de la planta de tratamiento de aguas ácidas, en un depósito de seguridad.
6. Analizar la conveniencia de emplear las técnicas de tratamiento y refino de aguas ácidas, mediante métodos pasivos (humedales con plantación de totora).
7. Estudiar la conveniencia de ampliar la capacidad de los reservorios para optimizar la gestión del agua generada fluente del área del proceso.
Para cumplir estos puntos, el peritaje sugiere la creación de un Comité de Acompañamiento para fiscalizar el adecuado proceso de implementación. De igual manera, recomienda la creación de una Cátedra-Empresa de Agua y Medio Ambiente en Minería en Cajamarca, debido a la necesidad de técnicos en la zona.
Lo que dicen los peritos sobre las lagunas
“La pérdida de cuatro lagunas y 103 hectáreas de bofedales, desde la óptima de la cantidad de aguas superficiales, disminuyen los caudales generados en el área del proyecto en proporción a la superficie restada, que es pequeña, por lo que su impacto es poco significativo, y ha sido considerado correctamente por el EIA (Estudio de Impacto Ambiental). En modo alguno se pueden considerar como fuentes singulares de agua”, dice el informe.
De manera específica el informe destaca la importancia de preservar las lagunas Azul y Chica: “Evaluar técnica y económicamente alternativas de reubicación o desplazamiento de los desmontes del tajo Perol, para tratar de evitar que recubran a las lagunas Azul y Chica, dada su importancia, sin excluir otras alternativas de compensación hidrológica y ambiental, que pudieran presentarse y evaluarse durante la ejecución del proyecto, que sean técnica, económica, social y ambientalmente aceptables, diferentes a las aquí expuestas”.
Sostienen los expertos extranjeros en su informe que “Las cabeceras son el origen de las aguas en sentido geográfico, no en el de los caudales producidos en ellas” y se concluye que “no se perderá el principal aporte de aguas de las microcuencas”. Por eso calculan que habrá más agua que el abastecimiento actual en beneficio de la producción agrícola.
De otro lado, el informe señala que “Los reservorios propuestos pueden mejorar la gestión del agua en las microcuencas, más allá de la mera reposición de caudales afectados. Una Gestión participativa de los reservorios permitirá desembalsar los caudales requeridos, en cada momento, por los usuarios del agua, incluso con una dotación objetivo sensiblemente mayor que la actual, que aumentará su producción agrícola”.
“Hacemos propuestas desde punto de vista técnico, modificaciones que entendemos se pueden analizar, indudablemente quien tendrá que hacerlo es el Gobierno, y también tendrá que verse si la empresa minera está dispuesta a aceptarla. Y sí creemos que lo que hacemos son mejoras sustanciales”, advirtió en su momento el perito español Rafael Fernández Rubio.
El análisis del informe de los peritos identifica elementos técnicos que permiten a la opinión pública contar con juicios de valor de carácter económico y social sobre el tema de la factibilidad del proyecto Conga. Es oportuno mencionar que una encuesta reciente de Dátum revela que el 48% de la población aprueba el proyecto minero Conga, tal como está o con modificaciones, y solo un 30% lo rechaza.