Increíble -con o sin mapas- durante doscientos años en los tres niveles de la estructura escolar se enseña Geografía. El 80% del énfasis está en Europa. Se diserta -a modo de ejemplo- sobre los Alpes y los Pirineos. la llanura del Po y las "tierras negras" de Ucrania, el Mediterráneo y el Báltico. Se registran referencias, tangenciales al macizo andino, a la Amazonía y los bosques relictus de la Patagonia, al Caribe y al Pacífico. Las semillas de este descastamiento parecieran estar en las Escuelas Normales y las Facultades de Educación, es decir, donde se preparan los futuros educadores. El contrapeso a ese delirante eurocentrismo es un 20% de Geografía de la "Patria Chica" con datos sobre forma, superficie, producción y -sobre todo- límites. Todo muy a la aceleradamente dado que Geografía es "pariente pobre" de la Historia y, por ende, queda exiguo horario para "pasar" esta materia. De Suramérica ¡la nada misma! Si en la paupérrima mapoteca hay un planisferio será con el Nuevo Mundo ubicado en la periferia. Si existe uno de América es de Alaska y Groenlandia hasta la Tierra del Fuego. No existen mapas de Iberoamérica. El fenómeno loe denuncia Arturo Jauretche y es un aporte a dos patologías complementarias: la europeización y el insularismo.
Las Guayanas se muestran en el mapa -si este existe- sin jamás proferir una protesta por la ocupación de esos territorios por Gran Bretaña, Holanda y Francia. Allí estaban las tres comarcas como datos de museo, inalterables y petrificados. Eran la vitrina adecuada para enseñar que la presencia europea no suponía rutilante progreso, pero aquellos polvorientos colegas -con suerte- apenas si enseñaron las capitales de los tres gigantescos enclaves coloniales. Millones de educandos pasan por el aula aceptando como un hecho sin discusión esa presencia intrusa de Europa. Indudablemente que, de por medio, están la anémica diplomacia de Venezuela sin interés hoy por recuperar las Antillas holandesas, ayer tolerando al Reino Unido en Trinidad y Tobago lo cual Londres contraló el sistema fluvial del Orinoco. Jamás reivindica ni una Guayana como su hinterland. Brasil -pese a que implican peligro para el sistema fluvial del Amazonas y le impiden presencia en el Caribe- las acepta. La excepción a ese conformismo es la Cancillería trasandina y el sistema educativo de Argentina que siempre manifiesta voluntad de recuperar Malvinas, Sandwich y Georgias.
La presencia colonialista se ve avorecida por: aula que educa para el sometimiento y servicio exterior rutinario. Hay un tercero factor no menos importante, las querellas interestatales que nos desgastan. Lo acabamos de ver, en 1982, Chile colabora con el Reino Unido contra Argentina por el Beagle. La disputa entre México y Guatemala permite la existencia de Honduras Británica y luego facilita que ese suelo se convierta en la República de Belice -con 150 mil habitantes y representación en la OEA. El congelado litigio por el casquete polar entre Santiago y Buenos Aires da coraje a que Londres proclame soberanía sobre ambas Antárticas. Estos son algunos de varias situaciones en que se cumple la profecía del "Martín Fierro" la riña de los hermanos permiten que "los coman los de ajuera". Esta empresa libertadora pasa por nacionalizar la cartografía. En esa tarea está el SIESE con sede en Córdoba. Es importante brindar atención a la creativa labor, que en que esa esfera, efectúa esa corporación. Con ello participa con entusiasmo en la guerra cultural libertadora.