Sin soslayar la importancia que tiene para los peruanos de todas las clases, la muerte y desaparición de los miembros de nuestras Fuerzas Armadas y Policiales que fallecieron sacrificadamente en los últimos días en la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico en la zona de Kiteni, dentro de lo que se incluyen los heridos, mutilados y todos sus familiares o seres queridos, y asimismo, más allá de los propios errores, desaciertos o equivocaciones que se pudieron haber cometido por parte de los que se encontraban al mando y dirigían las acciones contra la subversión en esos momentos, es injusto y hasta contraproducente negar sin mayores méritos que fue gracias a la operación llamada “Libertad”, en todo su contexto y con sus limitaciones logísticas u operativas que quedaron en evidencia, que se posibilitó en última instancia la liberación o el rescate total de los 36 trabajadores ilesos que se encontraban secuestrados por parte de un grupo de subversivos, que posiblemente estaban decididos a eliminarlos uno por uno como una forma de llamar poderosamente la atención de toda la población nacional en general, y de esa manera poner en una situación más que incómoda al actual Gobierno.
Refiero que resulta mezquino solo resaltar los errores que se pudieron haber cometido de parte de las fuerzas del orden, como si se trata de un simple rescate de personas secuestradas por delincuentes comunes, sin considerar la zona particularmente agreste y de difícil acceso en que se desarrollaron los hechos, el material de guerra de largo alcance del que todavía disponen los subversivos, y el contexto político en que se analizan los hechos acaecidos.
Tan contradictorio resulta el tema, que aun cuando se trataba de personas que asesinaron a sangre fría a los custodios del orden y se vanagloriaron públicamente de ello bajo el mando del “Camarada Gabriel”, fueron los propios medios de comunicación que cubrían lo acontecido los que brindaron por razones circunstanciales cobertura informativa proveniente de los mismos subversivos desde el lugar de los hechos, brindándoles todas las facilidades informativas para que relataran los hechos desde su punto de vista, e incluso cómo asesinaron de manera sanguinaria e indolente a cada una de sus víctimas.
Rebato a quienes critican el accionar de las Fuerzas Armadas y Policiales, sin resaltar el notable esfuerzo de los soldados y policías que intervinieron en este lamentable operativo antisubversivo, y lo provechoso que puede ser resaltar algo de positivo de las malas experiencias en la lucha contra la subversión y el terrorismo, en razón a que por lo general siempre resulta más fácil censurar y desaprobar desde la aparente y cómoda seguridad que brinda la acogedora vida urbana, sobre todo cuando se trata de proporcionar críticas y diatribas ante el ineficiente accionar de nuestras Fuerzas Armadas (Con información del diario Expreso).