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Lunes 23 de abril 2012

La Batalla de Francia: La segunda vuelta en la elección presidencial francesa

Por: Juan Salvador
La Batalla de Francia: La segunda vuelta en la elección presidencial francesa
Foto: sp.rian.ru/international

No hay duda alguna. La campaña de la segunda vuelta de la elección presidencial francesa que se inició inmediatamente después que la televisión, a las 20 pm, informó a Francia y al mundo que François Hollande, líder del Partido Socialista - PS, y Nicolas Sarkozy, presidente saliente y candidato a su propia reelección, líder de la Unión por un Movimiento Popular - UMP, habían pasado a la segunda vuelta, será recordada en la historia del país galo como una de las batallas más duras que se ha librado en la arena de la política hexagonal.

Décimas de punto porcentual más, décimas menos, se sabe que la diferencia que separa en votos a quien ocupa el primer lugar, François Hollande, de quien lo sigue, supera tan solo el medio millón y frisa los 520 mil, al haber obtenido el candidato del PSF el 28,6 por ciento (cerca de 9 millones 890 mil) y el candidato de la UMP el 27,1 por ciento (poco más de 9 millones 365 mil). Y que, de mantenerse la tasa de participación en el orden del 80 por ciento, el 6 de mayo la lucha será para conquistar parte de los casi 24 millones de votos que fueron a parar a los otros ocho candidatos a fin de hacerse con el presidencial triunfo.

Sin embargo, también se sabe, resultados y porcentajes al canto, que del total de votos obtenidos por los ocho candidatos restantes, los que marcarán fundamentalmente la diferencia en poco menos de dos semanas son los que fueron a parar a la candidata del ultraderechista partido Frente Nacional, Marine Le Pen, quien obtuvo el 17,9 por ciento. Así como los que derivaron a las tiendas del Frente de Izquierda, liderado por el efusivo Jean-Luc Mélenchon, y al Movimiento Democrático – MD, partido de corte centrista dirigido por el moderado François Bayrou, agrupaciones que obtuvieron 11,7 y 8,5 por ciento respectivamente.

No obstante, sondeos de opinión llevados a cabo inmediatamente después de conocidos los resultados de la primera vuelta muestran que la lucha sin cuartel será librada a fin de captar los votos que fueron a dar al campo de la ultraderecha, al igual que los que fueron dirigidos para sostener al partido centrista, dado que tan solo el 3 por ciento del total de votos que derivaron al llamado Frente de Izquierda, en el mejor de los escenarios, iría a apoyar  la candidatura a Nicolas Sarkozy. Que las cosas sucedan así se debe en gran parte al llamado que hizo Jean-Luc Mélenchon a sus huestes a fin de derrotar el 6 de mayo al presidente saliente.

Las dos organizaciones afinan sus estrategias. La sarkozista UMP, haciendo un llamado al conjunto del pueblo francés, más allá, según sus voceros, de los colores políticos que diferencien a unos ciudadanos de otros, intenta presentar a la agrupación socialista como la opción de una parte del electorado; mientras que lo que se necesita, según la UMP, para convertir a Francia en un país fuerte es de la unidad del pueblo galo. Tratando de evitar así aparecer ante el electorado centrista como una agrupación que vende su alma al diablo. Imagen personificada hoy por el Frente Nacional, partido para la cual la derrota de Nicolas Sarkozy no le impide dormir, pues entre sus cálculos está la recomposición de la derecha francesa y del sistema político galo al convertirse en el principal partido de la oposición.

Mientras que los socialistas, sabedores de que las encuestas dan como favorito en la segunda vuelta a François Hollande, quien obtendría el 54 por ciento de la votación, dado que tan solo un tercio del voto centrista apoyaría a Nicolas Sarkozy y que 6 de cada 10 electores que votaron por la opción de la ultraderecha canalizarían sus votos hacia quien ha gobernado Francia desde 2007, llaman al pueblo francés a voltear una página más de la política francesa y enviar así a la derecha a sus cuarteles de invierno durante el próximo lustro. Apelando para esto al cambio, puesto que su hora ha llegado.

Suceda lo que suceda el próximo 6 de mayo, durante las próximas dos semanas, una vez más como en otros momentos a lo largo de su agitada y apasionante vida política, Francia concitará la atención en el mundo. Y no es para menos; por lo pronto, por primera vez desde que se fundó la llamada V República un presidente en ejercicio no logra obtener en primera vuelta la primera votación. Y aunque no sería Nicolas Sarkozy al primer presidente que atraviesa por esta experiencia, su derrota introduciría un nuevo dato en la política de una Europa que se debate en medio de una crisis financiera, económica y social al retomar los socialistas en un país clave como es Francia las riendas del poder luego de 17 años de haber cruzado el desierto.

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