Sergio Markarian: El hincha del fútbol peruano merece buenos resultados y algo más

Me vengo de enterar que Sergio Markarian, el uruguayo de origen armenio de 67 años de edad, el archiconocido “Mago”, quien dirige el seleccionado peruano de fútbol desde el año 2010, ha perdido 16 puntos porcentuales en lo que respecta a la popularidad que goza en nuestro medio. Y que por lo tanto, la simpatía que suscita el director técnico oriental, que en principio puede parecer alta dado que alcanza el 68 por ciento, es mucho menor a la que obtuvo en octubre del año pasado, cuando tan solo 4 de cada 100 peruanos no simpatizaban con  él.

Valgan verdades, el resultado de la encuesta realizada, por encargo del diario El Comercio, por la empresa Ipsos-Apoyo, produce el efecto que genera el liquido que porta un balde colmado de agua fría cuando cae sobre uno. Puesto que a poco más de un mes de que la escuadra peruana mida fuerzas, aunque en calidad de dueña de casa, con su par de Colombia el próximo 3 de junio, y exactamente una semana después, como visitante, con el poderoso equipo uruguayo, causa preocupación de que las bases del prestigio del hombre que, a pesar de todas las limitaciones técnicas de nuestros jugadores y falencias dirigenciales, se vayan erosionando.

La sexta y séptima fecha de las eliminatorias de miras al Mundial de Fútbol de Brasil 2014 se presentan así para un número creciente de peruanos como un escenario a futuro no muy auspicioso. Para estos compatriotas, 32 de cada 100, poco o nulo efecto pueden hacer los sendos espacios publicitarios en los que se ve a un Sergio Markarian, considerado hace poco más de una década uno de los diez mejores seleccionadores del mundo, convocando, luego de mencionar, por ejemplo, el nombre de Claudio Pizarro o Jefferson Farfán, el del hincha de a pie que sueña con ver a un once peruano participando en la fase final de un mundial de fútbol.

Las palabras hoy al parecer para un número creciente por lo tanto de aficionados ya no son suficientes. El hincha peruano, saben esto los dirigentes y sobre todo Sergio Markarian, quien ha asumido el desafío de dirigir a un equipo con poca o nula banca de suplentes y con jugadores titulares que podrían transpirar mucho más en el rectángulo de juego, tiene sed de buenos resultados. De puntos, no está demás decirlo que, si bien deben abrir camino para avanzar por la senda de la ansiada clasificación, al menos deben permitirle a la escuadra peruana alejarse del deshonroso penúltimo lugar al que ha sido relegado producto de sus pobres performances en lo que va de esta fase eliminatoria.

En estos momentos, que quede claro, no se trata de exigirle al “Mago” Sergio Markarian que ejecute un acto de magia, mucho menos algún milagro. Somos conscientes que la meta de estar presentes en la fase final a llevarse a cabo en Brasil en poco más de dos años era un objetivo, dada la crisis en la que se encuentra sumido el fútbol profesional peruano, quizá inalcanzable. Hoy tan solo le pedimos que durante el tiempo que dirija a nuestro equipo nacional contribuya al menos a reconstruir, desde el lugar de privilegio en el que se encuentra, los cimientos del balompié nacional. Suerte en ello y buena recordación Sergio Markarian, para que, cuando dentro de unos años volteemos la mirada y analicemos estas eliminatorias, recordemos con agradecimiento su rostro y por sobre todo su buena actitud.