En un intento por salvar la pobre faena de sus ministros en la presentación del Dictamen Pericial del proyecto minero Conga, el presidente Ollanta Humala dio un mensaje a la nación en el que reafirmó su apuesta por la gran inversión minera como el pívot de su política de "crecimiento con inclusión". Asimismo instó a Minera Yanacocha para que "cumpla con las exigencias ambientales y sociales que se derivan del informe", poniendo de esta manera, en manos de la empresa, la decisión final sobre la viabilidad del proyecto.
Minera Yanacocha, por su parte, se ha limitado a emitir un escueto comunicado en el cual afirma que "el peritaje internacional ha convalidado el Estudio de Impacto Ambiental" y que, frente a la recomendación que plantea evaluar alternativas para no utilizar como depósito de desmonte las lagunas Azul y Chica, "se compromete a evaluar nuevamente alternativas técnicas y económicas, así como mecanismos de compensación hidrológicos y ambientales", lo que en pocas palabras significa "veremos".
Sin embargo, Minera Yanacocha no ha dicho ni una sola palabra sobre las nuevas exigencias del Presidente Humala en relación a la creación de 10 mil puestos de trabajo directos y la constitución de un Fondo Social, lo que nos hace ver que, a pesar del renovado entusiasmo presidencial por la minería, el futuro del proyecto Conga sigue siendo incierto, por más que los voceros oficiosos de la empresa afirmen que todo se solucionará rápidamente.
De otro lado, y quizás esto sea lo más relevante del mensaje, el presidente Humala ha dejado de lado su propuesta anunciada en noviembre pasado de concentrar la fiscalización ambiental en un solo organismo adscrito a la PCM. Más bien ha "instruido a los sectores correspondientes" para que se hagan reformas en relación a las "obligaciones ambientales para la minería", y "se fortalezca la fiscalización ambiental... y... las herramientas que eviten y mitiguen los impactos ambientales de los proyectos mineros", entre otras.
Con ello, es la primera vez que un Presidente acepta que las reglas de juego de la minería en nuestro país tienen que cambiar. Ahora habrá que ver no solo la disposición de los actores empresariales a aceptar la reforma ambiental, sino la postura que tomarán los gobiernos regionales, que fueron los grandes ausentes del discurso presidencial. Recordemos que no solo la región Cajamarca viene reclamando un rol en la toma de decisión sobre concesiones y en la revisión de los Estudios de Impacto Ambiental, sino varias otras como Arequipa, Junín o Moguegua.
Por otro lado, sobre lo que el Presidente Humala no ha vuelto a hablar desde hace varios meses es respecto al ordenamiento territorial donde, al parecer, el CEPLAN asumiría la conducción del proceso que durante el gobierno anterior estuvo a cargo del Ministerio del Ambiente, y que es un tema de tensión con los gobiernos regionales, a quienes la ley les reconoce la competencia de ordenar el territorio.
Volviendo al proyecto Conga, a pesar del entusiasmo de algunos ministros como Luis Castilla del MEF, que ha afirmado que "se ha tomado el toro por las astas", es claro de que no hay la seguridad que el proyecto llegue a desarrollarse ni en el corto ni en el mediano plazo, ya que mientras exista una fuerte resistencia al mismo de parte de un sector importante de la población de Cajamarca, sus posibilidades de reinicio son pocas, a lo que se suma los cálculos que Minera Yanacocha tendrá que hacer para corregir un proyecto que, sin entrar en operaciones, le viene generando pérdidas día a día y cuyos costos aumentarán con las recomendaciones del dictamen de los peritos.
Por ello hará bien el gobierno nacional en bajar la presión para lograr un diálogo con el presidente regional Gregorio Santos, que parece no tener el menor interés en dialogar con aquel, mientras Oscar Valdés siga siendoprimer ministro. En ese sentido, quizá sea mejor para el gobierno darse una tregua y dedicarse a preparar el paquete de reformas que tendrá que elevar al Congreso, ya que mientras Minera Yanacocha no resuelva qué hacer, dialogar sobre el proyecto Conga no tendrá mayor sentido.
Aunque el presidente Humala esté convencido de que Conga va, por el momento su apuesta no es más que la expresión de su voluntad, y esta no basta para concretar un proyecto, que tendrá que pasar por un largo camino de negociaciones con la empresa y de confrontaciones con los opositores al proyecto, siendo Santos una pieza clave mientras sea presidente regional, y donde el tiempo juega a favor de la inviabilidad del proyecto, por lo que es probable que Conga termine siendo solo una vana ilusión.
(Fuente: Bajo la Lupa)