La corrupción generalizada (parte final)

Lamentablemente para el país, el peor de nuestros enemigos es la corrupción generalizada, la cual, implantada con raíces muy profundas no solo en nuestras instituciones sino esencialmente en la mente de nuestras autoridades (con honrosas excepciones), constituye la amalgama de inmoralidad que sustenta el accionar casi impune de toda la delincuencia, organizada o no, que campea actualmente por todo el Perú.

Veamos por ejemplo el sistema carcelario en el cual todo se compra y todo se vende cuyo estado de descomposición es tan evidente que no necesita mayor demostración, sino tratemos de buscar una explicación racional al hecho de que el mocoso que actúa como el más peligroso sicario en el norte del país haya salido como Pedro de su casa del penal en donde fue recluido o que los delincuentes utilicen las cárceles como sus bases de operaciones y los grupos de internos se distribuyan los negocios que, en grande, se celebran al interior de los penales. Hay tanto dinero en movimiento que es difícil pensar que las resistencias éticas de los custodios no puedan ser destruidas con suma facilidad y más cuando los sistemas de control no funcionan con eficacia.

El otro ejemplo es el deseo del presidente del Poder Judicial de concentrar todo el poder de gobierno y disciplinario que la Constitución y la Ley Orgánica del Poder Judicial ha distribuido entre sus distintos órganos de gestión, administración y control, en su persona, como único ser racional que puede poner orden en el sistema de justicia sin darse cuenta que con su propuesta le está diciendo al Perú que el Poder Judicial no sirve para nada y que él, como su presidente, es el gran salvador del sistema, nombrando y removiendo jueces, sancionándolos, dejando sin efecto designaciones hechas por los presidentes de cortes superiores y disponer a su antojo de los recursos presupuestarios, acompañado por un equipo de asesores ajenos al sistema pero que tendrán un gigantesco poder sobre los magistrados. ¿Cómo podría cambiar el desastre que muestra si ya está terminando su mandato?

Todo anda al revés y los actos corruptos han lesionado ya al Congreso, llegan al CNM y a todas las instituciones del Ejecutivo. Hasta los árbitros están convalidando negocios corruptos en las contrataciones del Estado, en fin, paremos la pus antes que la septicemia nos mate a todos (Con información del diario Expreso).