Si los griegos acudían al oráculo de Delfos para conocer su futuro, considerando su mensaje como verdad indiscutible, hoy se considera lo señalado por las diosas encuesta o rating como verdad absoluta. Sin embargo lo absoluto no puede someterse a un estudio estadístico, encuesta o rating, ya que se alcanzaría la verdad de acuerdo “a lo que dice la mayoría”, obteniéndose una “verdad a la carta” de acuerdo con los gustos u opiniones del momento, dejándose de lado la búsqueda de una verdad universal, cayéndose finalmente en el relativismo.
Por ello, cuando se trata de encuestas o medición de rating, éstas deben efectuarse con seriedad y responsabilidad, tomando sus resultados con la debida distancia y precaución. Considerar los resultados de los dioses Ibope o Apoyo como verdades absolutas sería un error. Todo es pasible de errores, manipulable y manejable al gusto del cliente, más si éste es el Estado. La diosa rating debe aproximarse responsablemente a considerar la realidad en un momento determinado con una medición seria y confiable. En todo caso, debemos reconocer que, definitivamente, al igual que los antiguos griegos, hoy se adoran dioses modernos, con sus pasiones, defectos y errores.