Bruce: pautas de educación sexual

En esta misma página, Carlos Bruce ha calificado anteayer de intolerante a la Iglesia, ignorando que tiene una valiosísima doctrina sobre los sacramentos, uno de ellos el matrimonio, para los cristianos con vocación a formar una familia. Con este sacramento reciben abundante gracia divina, que facilita la fidelidad y santidad conyugal: doctrina que, lógicamente, el Arzobispo de Lima enseña, secundando el magisterio pontificio, como cualquier obispo que se aprecie.

Ignorancia, dice el diccionario, es la ausencia de conocimiento debido. Por ello, sugiero a Bruce que lea un breve documento de la Congregación para la Educación Católica, titulado “Orientaciones educativas sobre el amor humano”, con el subtítulo “pautas de educación sexual”, publicado en Roma en 1983.

El hombre y la mujer, dice ese documento, constituyen dos modos de realizar por parte de la criatura humana, una particular dimensión del Ser divino: han sido creados a imagen y semejanza de Dios, y llenan esa vocación no sólo como personas individuales, sino asociados en pareja, como “comunidad de amor”.

En otro párrafo, el documento denuncia que, desde la inclinación del hombre “histórico” de reducir la sexualidad a la sola “experiencia genital”, se explican las reacciones tendentes [como la de Bruce, eso no lo dice el documento] a desvalorizar el sexo, como si por naturaleza fuera indigno del hombre. La Iglesia entiende, demostrando su inmensa caridad tolerante y comprensiva, que “la sexualidad aparece como una vocación a realizar el amor que el Espíritu Santo infunde en el corazón” de los cristianos redimidos por Cristo.

Publicado el 19 de mayo de 2012 en el diario La Razón.