Gracias a la corriente peruana, llamada también corriente de Humboldt, en memoria de su descubridor, Alexander von Humboldt, las aguas antárticas que bañan las costas de Chile y el Perú hasta cerca del Ecuador, nos han convertido en el primer país pesquero del mundo, con el mar más productivo del planeta.
Cuando por alguna razón, y no existe una explicación suficiente, los vientos alisios dejan de empujar hacia el oeste, sucede como en una tina, donde si ponemos un ventilador en un lado, el agua superficial se irá hacia el otro lado, y cuando el viento cese, el agua acumulada correrá al lado inverso de la tina en forma de ondas llamadas ondas Kelvin, recientemente llegó a nuestras costas una, produciéndose lo que ha llamado el Fenómeno del Niño.
Si bien es cierto, estas ondas solas no significan que viene un Niño, después de casi 14 años que se produjo uno fuerte, podríamos comenzar a pensar en la posibilidad de que venga uno pronto, más aún si se tiene en cuenta que la frecuencia de los Niños ocurre entre 4 y 7 años.
Que no nos sorprenda nuevamente este fenómeno, la sorpresa del 83 costó más de 3,000 millones de dólares, en el Niño del 97-98 que se hizo prevención y se gastó lo mismo en dólares contantes. Se calcula que sin prevención podría costarnos 6,000 millones de dólares de hoy. El secreto es pues, prevención, de la que hablaré más adelante.