Río +20: Es nuestro futuro

Hace veinte años, fue la Cumbre de la Tierra. Reunidos en Río de Janeiro, los líderes mundiales acordaron un plan ambicioso para un futuro más seguro.

Se trataba de equilibrar los imperativos de crecimiento económico sólido y las necesidades de una población creciente en contra de la necesidad ecológica para conservar los recursos más preciados de nuestro planeta: tierra, aire y agua. Y estuvieron de acuerdo en que la única manera de hacer esto era romper con el viejo modelo económico e inventar uno nuevo. Lo llamaron el desarrollo sostenible.

Dos décadas más tarde, estamos de vuelta hacia el futuro. Los desafíos que enfrenta la humanidad hoy en día son lo mismo que entonces, pero más grande. Poco a poco, nos hemos dado cuenta de que hemos entrado en una nueva era. Algunos incluso lo llaman una nueva época geológica, donde la actividad humana está alterando fundamentalmente la dinámica de la Tierra.

El crecimiento económico mundial por habitante se ha combinado con una población mundial (que data de hace siete mil millones años) para poner presión sin precedentes sobre los ecosistemas frágiles. Reconocemos que no podemos seguir para quemar y consumir nuestro camino hacia la prosperidad. Sin embargo, no han adoptado la solución más obvia - la única solución posible, como lo era hace 20 años: el desarrollo sostenible.

Afortunadamente, tenemos una segunda oportunidad para actuar. En menos de un mes, los líderes mundiales se reunirán de nuevo en Río de Janeiro - esta vez por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, o Río +20. Y una vez más, Río ofrece una oportunidad generacional para golpear el botón de reinicio: para establecer un nuevo rumbo hacia un futuro que equilibra los aspectos económicos, sociales y ambientales de la prosperidad y el bienestar humano.

Más de 130 jefes de Estado y de Gobierno estarán allí, junto con un estimado de 50,000 líderes empresariales, alcaldes, activistas e inversores, una coalición global para el cambio. Pero el éxito no está garantizado. Para proteger nuestro mundo para las generaciones futuras - y éstos son de hecho las apuestas - necesitamos la colaboración y la plena participación de los líderes mundiales, de los países ricos y los países pobres, pequeños y grandes. Su desafío primordial: impulsar el apoyo mundial para un programa de transformación para el cambio - para poner en marcha una revolución conceptual en la forma en que pensamos acerca de la creación de un crecimiento dinámico y sostenible para el siglo 21 y más allá.

En primer lugar, Río +20 debe inspirar nuevas ideas - y la acción. Es evidente que el viejo modelo económico se está desmoronando. En demasiados lugares, el crecimiento se ha estancado. Las ofertas de empleo se están quedando. Las lagunas están cada vez mayor entre ricos y pobres, y vemos la escasez alarmante de alimentos, combustible y los recursos naturales de los que depende la civilización.

En Río, los negociadores tratarán de aprovechar el éxito de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que han ayudado a millones a salir de la pobreza. Un nuevo énfasis en la sostenibilidad puede ofrecer lo que los economistas llaman un "triple bottom line" - alto coeficiente de empleo del crecimiento económico junto con la protección del medio ambiente y la inclusión social.

En segundo lugar, Río +20 debe ser sobre las personas una esperanza concreta de mejoras reales en la vida cotidiana. Incluir la declaración de "hambre cero" para el futuro - el retraso del crecimiento cero de los niños por falta de una nutrición adecuada, los residuos cero de alimentos e insumos agrícolas en las sociedades donde las personas no obtienen lo suficiente para comer.

Río +20 debe también dar voz a los que escuchamos a menudo de menos: las mujeres y los jóvenes. Las mujeres sostienen la mitad del cielo, que se merecen la misma importancia en la sociedad. Debemos darles poder, como motores del dinamismo económico y el desarrollo social. Y los jóvenes: el rostro de nuestro futuro: ¿Estamos creando oportunidades para ellos?, casi 80 millones de los cuales va a ingresar en la fuerza de trabajo cada año.

En tercer lugar, Río +20 debe emitir un llamado de atención a la acción: los residuos no. La Madre Tierra ha sido amable con nosotros. Que la humanidad sea recíproca, respetando sus límites naturales. En Río, los gobiernos deben llamar a un uso más inteligente de los recursos. Nuestros océanos deben ser protegidos. Por lo tanto cuidar de nuestra agua, aire y bosques. Nuestras ciudades deben ser más habitables.

En Río +20, voy a pedir a los gobiernos, las empresas y otras coaliciones para avanzar en una  Energía Sostenible para Todos. El objetivo: el acceso universal a la energía sostenible, una duplicación de la eficiencia energética y la duplicación del uso de fuentes de energía renovables para el año 2030.

Este es un momento para que los líderes del mundo y sus habitantes se unan en un propósito común en torno a una visión compartida de nuestro futuro común - el futuro que queremos.

Nota publicada en khaleejtimes.com