Un Baguazo más… sí importa

Resulta ya más que evidente que los violentistas antimineros, obviamente infiltrados por agitadores ultra radicales, han elaborado un libreto consolidado en base a constantes protestas, movilizaciones, violencia contra bienes públicos y privados, ataques a las personas con un alto costo en vidas humanas, cuyas acciones fueron poniéndose en práctica en diferentes lugares del país, ensayándose métodos de coordinación, financiamiento, desinformación e inmovilización de las poblaciones para que esas minorías destructoras se impongan por las buenas o por las malas empujando a sus huestes contra las autoridades o contra todos aquellos contrarios a sus fines y métodos.

El mecanismo que les ha venido resultando ideal es la mal llamada “mesa de diálogo” que proponían cuando ya tenían el control de la situación, para que los primeros ministros y los gobiernos de turno, incluido el Legislativo y un Poder Judicial que no se atreve a quebrar la impunidad de la agresión social propiciada por aquellos a su antojo, se sentaran no a negociar sino a “obedecer” los dictados de los famosos “frentes de defensa”. Han puesto en jaque a los dos últimos gobiernos, cuyos representantes se rindieron incondicionalmente a la violencia y ahora pretenden hacer lo mismo con el presente régimen cuya mayor debilidad es haber apoyado esos movimientos predicando esa ideología en la campaña electoral como propia, de modo que ahora puede producirse un estallido político al interior del partido de gobierno y provocar una peligrosa sensación de ingobernabilidad, sino veamos cómo vienen actuando ciertos congresistas del oficialismo respecto a los hechos de Espinar.

El mayor ensayo tuvo lugar en Bagua, con la tragedia ya conocida, en donde confluyeron todos los movimientos impulsados por los frentes regionales, utilizando como máscara a los pobres nativos de la zona, pero estando ya allí la CGTP y el SUTEP integrando todo un proyecto desestabilizador que debía materializarse en una gran huelga nacional indefinida.

En Cajamarca viene produciéndose una situación similar porque se está movilizando a mucha gente para concentrarla allí y consolidar la posición de jaque contra el gobierno, fomentando el inicio de otras movilizaciones, en otras zonas del país, para luego integrarlo todo y poner de rodillas al Estado. La novedad es que ahora en Cajamarca la gente de paz ha salido a las calles y el pronóstico de confrontación entre ambos sectores es una incógnita (Con información del diario Expreso).