Obesidad infantil y alimentación en la escuela

Obesidad infantil y alimentación en la escuela Todos los estudios detectan el aumento creciente de la obesidad infantil. Los dos factores determinantes son la alimentación inadecuada y el aumento del sedentarismo.

La tradición culinaria ha dejado de transmitirse de generación en generación y las prisas y la falta de tiempo nos llevan a la comida rápida, precocinada, pre congelada. Sus efectos se están empezando a notar en la población infantil.

Según el Ministerio de Sanidad y Consumo, más del 26% de la población entre 2 y 24 años tiene sobrepeso y un 14% problemas de obesidad. Esta población es la candidata en un futuro a sufrir diabetes y enfermedades cardiovasculares.

A menudo la familia no tiene tiempo para organizar unos menús equilibrados y saludables y desgraciadamente tampoco tiene suficientes conocimientos ni herramientas para hacerlo. La escuela también suspende en materia de nutrición. Según el último informe de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), los menús escolares son poco equilibrados porqué contienen pocas verduras y pescado y abusan de la carne, los fritos y los rebozados.

Debido a la poca conciliación de horarios, las familias dejan a sus hijos a comer en la escuela, en donde toman la comida más importante del día, pero a veces también el desayuno y la merienda. Esto comporta que la comunidad educativa y las instituciones deben tomar conciencia de su responsabilidad.

La escuela es una gran oportunidad para educar y reconducir, si es necesario, los hábitos poco saludables. Es un espacio para educar en la salud a los más pequeños y a la vez sensibilizarlos sobre la importancia de respetar el medio. España es el país europeo con el índice más elevado en obesidad, por ello el Ministerio de Sanidad ha tomado conciencia del problema y está preparando una campaña para rebajar la alarmante cantidad de niños y adolescentes con obesidad y sobrepeso.

Junto con ocho grupos de trabajo y más de ochenta organizaciones distintas (asociaciones, patronales, expertos), el Ministerio ha elaborado la Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad (NAOS), coordinada por la Agencia Española de Seguridad Alimenticia con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud, que seguirá de cerca su aplicación con el fin de trasladarla a otros países.

La estrategia tiene la intención de mejorar los hábitos alimenticios con la reducción de grasas, azúcares y sal.

La lista de directrices que se seguirán incluye la incidencia en la adecuación de las instalaciones, supervisión de los menús por parte de las asociaciones de padres y madres, información diaria de lo que consume cada hijo, importancia en el ámbito académico del tema de la nutrición, conferencias, talleres de cocina para alumnos y cursos para los profesores.

En diferentes comunidades autónomas, las asociaciones de padres y algunas administraciones públicas ya se han empezado a movilizar para que los menús escolares se compongan de materias primas de máxima calidad, una garantía que hoy por hoy solo nos da la producción ecológica.

El tema prioritario es organizar una buena logística de centralización y distribución de productos de pequeños proveedores básicamente locales.

En Andalucía ya se ha puesto en marcha el programa "Alimentos ecológicos para escolares", del cual ya disfrutan unos seis mil niños. En Catalunya existen iniciativas similares en distintas comarcas, incluso algunas escuelas ya ofrecerán menús totalmente ecológicos.

PAUTAS DE MEJORA DE CALIDAD DE LOS MENÚS INFANTILES

Los menús tienen que ser equilibrados e imaginativos. Hay que promocionar los productos locales y ecológicos, aumentar el consumo de verdura, legumbres y fruta y reducir los rebozados y sofritos, las grasas saturadas, los azúcares y la sal.

Se debe aumentar el consumo de pescado y carne blanca en vez de la carne roja y promocionar los productos integrales y los frutos secos. Todo debe cocinarse con aceite de oliva virgen.

OTROS CONSEJOS A TENER EN CUENTA

Se deben tomar 5 comidas al día. Desayunar bien en casa y completarlo en la escuela a media mañana con un poco de fruta. Beber solo agua y tomar únicamente bebidas azucaradas de manera esporádica. En casa, no mirar la tele mientras se come y crear un clima de encuentro y conversación familiar.

Todo ello debe complementarse con la realización de actividad física y deporte, lo que favorece un crecimiento psicofísico armónico y equilibrado. Algunos deportes son adecuados para la socialización, otros para ponerse a prueba, otros para fomentar las relaciones familiares o con los amigos o compañeros de la escuela, pero todos son útiles para evitar el sobrepeso y la obesidad y también para que el niño aprenda a respetar su propio cuerpo y amarse él mismo y a su entorno.

Nota publicada en laeco.net