Humala padre vs. Humala hijo

El enfrentamiento entre Isaac Humala y su hijo el presidente Ollanta Humala no constituye caso excepcional en la historia. Por el contrario, hay varios casos en otras épocas y otras latitudes, de situaciones de beligerancia paterno-filial, algunas de las cuales revistieron caracteres trágicos y sangrientos, lo cual no podrá ocurrir, según espero, en esta rencilla que no exhibe matices preocupantes.

La Biblia nos trae el relato de la rebelión protagonizada por Absalón contra su padre el rey David, la misma que terminó con la muerte del insurrecto, que le fue aplicada contra las órdenes de su padre. Con su célebre arpa, David dedicó hondas lamentaciones a la memoria de Absalón. Algo parecido ocurrió en la segunda mitad del Siglo XVI, con el Rey Felipe II de España, cuyo primogénito, el príncipe Carlos, habido en su primera esposa y cercana pariente, María de Portugal, conspiró al lado de un grupo rebelde contra su propio padre. Encarcelado, murió en prisión en circunstancias no absolutamente esclarecidas. Existe la versión según la cual Felipe II lo hizo matar.

Fernando VII de España se enfrentó a su padre Carlos IV a comienzos del Siglo XIX y lo forzó a abdicar en su favor, aunque poco tiempo después Napoleón obligó a ambos a ceder sus derechos monárquicos a favor de José Bonaparte “Pepe Botella” que gobernó a España en un breve y convulsionado espacio histórico. Los españoles tienen su guerra de la independencia y su propio 2 de mayo, en que se libraron de la dominación francesa. Fernando VII, que juró la Constitución liberal de Cádiz de 1812 para recuperar el poder, dio pronto marcha atrás para retomar la monarquía absoluta y, al final de su reinado, revocó la norma que impedía a las mujeres acceder al trono. Lo hizo para dejar el poder a su hija Isabel y con ello dio lugar a las guerras carlistas, sostenidas por quienes respaldaban a Carlos Isidro, hermano de Fernando, como legítimo sucesor. En suma, Fernando VII traicionó todo, principiando por su padre.

Nuestro héroe Roque Sáenz Peña fue propuesto a finales del Siglo XIX por un movimiento de avanzada para postular a la Presidencia de la Nación Argentina. Y los reaccionarios y conservadores de entonces no encontraron mejor manera de salirle al paso que propiciar la candidatura del anciano Luis Sáenz Peña, padre de Roque. El viejo aceptó sin titubeo, mientras que el hijo tuvo el noble gesto de renunciar. “Lamento que circunstancias ajenas a mi voluntad, pero no extrañas a mi corazón, me impidan aceptar el alto honor”, dijo en apoyo a su renuncia. Y se apartó por varios años de la actividad política, hasta que algún tiempo después, ya sin obstáculos, llegó a presidir a la República Argentina.

También en la España de tiempos recientes, se han enfrentado padre e hijo. Don Juan de Borbón y Battenberg, tercer hijo de Alfonso XIII, reclamaba su derecho a reinar, puesto que su padre había abdicado en su favor, después de su caída. Pero don Juan Carlos de Borbón y Borbón Dos Sicilias, su primogénito, se le adelantó y le cerró el paso, obteniendo la bendición del omnipotente dictador Francisco Franco para convertirse en rey.

El doméstico pleito paterno-filial de los Humala acredita al padre como autoritario e intransigente y al hijo como nada dispuesto a sufrir tales autoritarismos e intransigencias. Para salud del país y de su futuro, esperamos que Humala hijo se imponga en este desencuentro.

Publicado el 02 de junio de 2012 en el diario La Razón.