Perú y sus eliminatorias del Mundial Brasil 2014: Tim tuvo razón

Han pasado pocas horas desde que la escuadra colombiana dirigida con mucho profesionalismo y sapiencia por José Pekerman derrotó a la peruana por la mínima diferencia. En la retina tengo fija la imagen del gol del oportunísimo Rodríguez, cuando a los seis minutos de la segunda etapa, sacó provecho de la lentitud y poca destreza del inefable Revoredo, y venció la resistencia de larguirucho Diego Penny, sellando así el destino de un equipo que aunque se podría decir que sudó la camiseta, “dando todo lo que podían dar” como señaló un jugador del equipo derrotado poco después de concluido el encuentro, mostró total carencia de inspiración y que mereció por lo tanto el duro castigo.

Quiero mirar hacia adelante, pensar en el match de este fin de semana ante Uruguay, pero valgan verdades no puedo. Una derrota más, la tercera consecutiva y tan solo tres puntos en nuestro haber, un mediocre y triste balance me trasportan en el tiempo tres décadas atrás... Rememorando, me parece escuchar al viejo brasileño Tim, este zorro del banquillo, quien nos llevó de la mano hacia la última Copa del Mundo en la que participamos, la de España 1982, cuando señaló, pienso ahora no con poca razón, que para construir un proyecto futbolístico con futuro había que prescindir de los jugadores que evolucionaban en el extranjero.

“Vienen con otra mentalidad”, dijo también entonces este  brasileño que nos dejó para siempre poco después. Recuerdo a Tim pensando en las lesiones de Vargas y de Pizarro, en la de Farfán que nos condenó a soportar gran partido del partido a un joven carente de nivel ayer como Carrillo, en los desaires de Paolo Guerrero que no atinaba a voltear cuando el asistente de Markarian gritaba su nombre para darle una indicación, y creo que el viejo tuvo razón. Los cuatro, “fantásticos” según una prensa acostumbrada a sobredimensionar perfiles deportivos, nos muestran que con ellos y otros que evolucionan en el extranjero poco o nada se puede hacer.

“Claro, me pueden decir quienes discrepen, los de Tim eran otros tiempos”. “Claro, les podría responder, lo dijo hace alrededor de treinta años atrás, quizás no se aplique a otras realidades, pero en la peruana, donde la única constante durante estos treinta años de fracasos mundialistas ha sido la capacidad de una prensa, la peruana, para mantener viva la ilusión de la clasificación a una Copa del Mundo, lo que dijo Tim no debe ser descartado de plano”. Tanta majadería, tanto engreimiento, no me evita pensar que el hecho de que evolucionen en el extranjero les pensar más en sus proyectos personales que en el de todos los peruanos, la selección nacional.

El mal está hecho. Perú, con solo tres puntos y penúltimo en la tabla de clasificación, se presenta hoy en el marco de las eliminatorias mundialistas como un equipo con un pobre nivel futbolístico, carente de ideas y verdadero espíritu de lucha, al que cualquier escuadra sudamericana puede venir y vencer en su propia casa. Y si bien no todo aun está dicho en esta lucha por hacerse de un cupo en Brasil 2014, Sergio Markarian tendrá que echar mucha mano de su llamada “magia” para constituir un equipo a partir de ese grupo compuesto por individualidades que juegan en nombre del Perú, a pesar al menos de algunas de ellas. Suerte Markarian, suerte Perú, una buena dosis de esta se necesitará para evitar lo peor.