¿Será YPF un nuevo tren bala?

Cristina Kirchner tiene gran facilidad para los grandes anuncios y una crónica dificultad para volverlos realidad. Los feed lots para criar miles de terneros guachos, los hospitales financiados con retenciones a la soja, son la continuación de una tradición iniciada por Néstor Kirchner, con su tren bala y, en sociedad con Hugo Chávez, el gasoducto que llegaría desde Caracas hasta Buenos Aires. En muchos de esos casos la Presidenta habló de "plan estratégico". Esta semana presentó el "plan estratégico" que propone una YPF que perforará pozos como nunca y dará vuelta la situación y la historia del mercado hidrocarburífero.

Esta vez puso a un especialista, Miguel Galuccio, a hablar del tema. Las cosas son más difíciles cuando se trata de una compañía que cotiza en la Bolsa de Nueva York y la controla la Comisión de Valores de ese país (SEC es la sigla en inglés). Los grandes anuncios podrían ser una operación para engañar a incautos y hacer subir artificialmente las acciones.

No se puede llamar "plan estratégico" a cualquier cosa. Se puede pensar que un plan tendría todo lo que no se mostró en la presentación: plazos, metas, periodicidad de reportes para evaluar la marcha, rendiciones de cuentas, publicidad de cifras. En los Estados Unidos una ley de 1995 dice a qué se puede llamar plan o no. Por ello, en una comunicación oficial a la Bolsa de Buenos Aires y enviada a la SEC, el Gobierno debió reconocer que lo que exhibió son, simplemente, "estimaciones sobre las perspectivas de la compañía". Y también que son múltiples los factores que podrían hacer que nada de lo que allí se propone se cumpla. Y que si ello ocurre, no informará nada. Y que si se hace o no se hace todo lo que se prometió, tampoco habrá nuevos reportes.

La nota legal aclaratoria usa casi 2000 caracteres en la versión en español para la larga lista de problemas que podrían arruinarlo todo, y que incluye desde la actual y futura situación financiera de YPF, pasando por problemas medioambientales, riesgos de negocios, cambios políticos, fiscales, fluctuaciones en los precios internacionales, entre muchísimos otros. El paraguas es enorme.

En vista de lo mencionado anteriormente, las estimaciones incluidas en este documento pueden no ocurrir. "YPF no se compromete a actualizar o revisar públicamente esas estimaciones aun en el caso en que eventos o cambios futuros indiquen claramente que las proyecciones o las situaciones contenidas expresa o implícitamente en dichas estimaciones no se concretarán", se sinceró el Gobierno en la letra chica (Con información del diario La Nación).