Desde hace varias semanas muchos amigos cercanos y lejanos se me han acercado y recomendado que me olvide de la causa saharaui, porque con motivo de ella la Embajada de Marruecos en Lima me ha perjudicado persiguiéndome medio por medio, habiendo perdido la oportunidad de seguir escribiendo en algunos medios de difusión y hasta un trabajo, y que asimismo, luego de pretender ahogarme económicamente está buscando ahora desprestigiarme. “Piensa en tu familia”, me señalan como fuerte argumento convincente.
“Gracias por su consejo, pero ¡No!”, les expresé. “Defiendo principios, respaldo una causa justa, de un pueblo oprimido cuyo territorio ha sido invadido por Marruecos, que constantemente viola sus derechos humanos”, agrego.
“Pero, ¿qué ganas? Es inútil continuar”, insisten. Algunos amigos comunes me informan que “la embajadora de Marruecos, Oumama Ouad, dice que mientes”. Les retruco que la persecución contra mí es fácilmente comprobable, basta ver mi frecuencia de artículos y un corte sobre el tema. Ella agasaja con cenas, almuerzos, invitaciones a Marruecos, etc. Incluso en diciembre del año 2010, me envió a un trabajador de la embajada apellidado Badre para convencerme que acepte una invitación a Marruecos y ante su insistencia le puse dos condiciones: que me consiga una entrevista con el Rey y una visita a la cárcel negra en donde torturan y tienen presos a los saharauis. Nunca más volví a verlo, nunca más se habló del tema, incluso ya no está en Lima.
Pienso que la embajadora hace su trabajo, pero que ya traspasó el “border line” y está atentando contra mi libertad de opinión y sobre esta actitud he puesto en conocimiento a organismos oficiales y de prensa, que están a la espera de su siguiente paso porque su accionar no es nada diplomático.
Refiriéndome a la causa saharaui, la embajadora señala que yo defiendo a los separatistas del Frente Polisario, a otros les dice que son terroristas. Esto es un infundio. El Frente Polisario es considerado por las Naciones Unidas como único representante del pueblo saharaui.
En este momento se encuentran negociando la autodeterminación, bajo auspicios de la ONU. Las conversaciones están estancadas por Marruecos, que invadió el Sáhara Occidental, quiere un referéndum que solo comprenda la anexión o autonomía, mientras que el concepto básico en el Derecho Internacional es que la autodeterminación también debe contemplar la independencia, como lo desea el Polisario. Más aún Marruecos acaba de bloquear las conversaciones vetando al enviado especial del Secretario General de la ONU, Embajador Christopher Ross, porque denunció el espionaje a la Misión de las Naciones Unidas para el referéndum del Sáhara Occidental (Minurso) y porque había programado una visita al Sahara Occidental ocupado.
Marruecos señala que el Sáhara Occidental es parte del Gran Marruecos y que son sus provincias del sur. Falso de toda falsedad. Los dominios del Sultán no llegaban a esa región, a tal punto que a fines del siglo XVIII una caravana española fue atacada en esa zona y ante la protesta del monarca español al Sultán, éste le manifestó que su dominio era hasta el río Draa y no llegaba a esa región, que según él estaba habitada por tribus salvajes. Esto es sólo un botón de la muestra.
Los diplomáticos marroquíes también han inventado que el Polisario es una invención de Argelia para lograr su salida al Atlántico. La cosa es al revés. Su pretensión alucinada del Gran Marruecos (concepto que viene recién de los años 40 del siglo XX) abarca, además, parte de Argelia, Mali y todo Mauritania, incluidas las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, por eso no tiene fronteras internacionales fijadas por tratados, lo que crea inestabilidad y es un peligro para la paz.
¿Por qué me involucré en el tema saharaui? En el año 2006, si más no recuerdo, un amigo periodista me preguntó si conocía el tema y que me enviaría material. Le dije que gracias, pero que no me remitiera nada, que yo investigaría. Encontré numerosas resoluciones de la Naciones Unidas para que se descolonice el territorio y la posición de la Corte Internacional de Justicia de la Haya, del 16 de octubre de 1975, 15 votos contra 1, que dice así: “La Corte llegó a la conclusión de que los elementos e información puestos a su disposición no demostraban la existencia de ningún vínculo de soberanía territorial entre el territorio del Sáhara Occidental, por una parte, y el Reino de Marruecos o el complejo mauritano, por la otra. Por lo tanto, la Corte no comprobó que existieran vínculos jurídicos capaces de modificar la resolución 1514 (XV) en lo que se refiere a la descolonización del Sáhara Occidental y, en particular, a la aplicación del principio de la libre autodeterminación mediante la expresión libre y auténtica de la voluntad de las poblaciones del territorio”.
Esta consulta a La Haya la esconde Marruecos en todos los idiomas –y pretende silenciar a los que se oponen a su ilegal invasión al Sáhara Occidental- y creo que es la piedra angular de por qué el derecho asiste al pueblo saharaui y la razón fundamental de mi posición a favor de la causa saharaui. Por eso amigos, no puedo claudicar.
*Periodista. Miembro de la Prensa Extranjera. Analista internacional.