Buenos Aires.- El primer ministro británico, David Cameron, buscó una forma creativa de recordar la finalización del conflicto entre Gran Bretaña y Argentina por las islas Malvinas, y ahora acaba de colocar la bandera del archipiélago en el mástil de Downing Street, su residencia oficial, cuyo ondeo ha sido objeto de críticas por miles de sus compatriotas.
Como se recuerda, en 1982 ambas naciones iniciaron una guerra que finalmente ganaron los europeos, aunque el Gobierno gaucho ha reclamado desde 1983 la posesión de ese territorio, por lo que varios de sus funcionarios han desfilado por innumerables salas de jueces internacionales.
De otro lado, el premier de las Islas Británicas reiteró su compromiso de defender a las Malvinas de la “agresiva amenaza” que representa la administración de la mandataria Cristina Fernández, quien en estos momentos se encuentra en Nueva York para reclamar su soberanía a la ONU, según Prensa Latina.