Prensa de investigación selectiva

En la administración Humala-Heredia se están produciendo una serie de hechos que en otras circunstancias y con otros personajes en el manejo del poder político, la gran prensa escrita y televisiva, ya hubiera generado titulares con connotación de escándalo. Ahora se andan con pies de plomo y una condescendencia sorprendente.

Antes que nada en que se diferencian para la gran prensa: Alejandro Toledo; Alan García y Ollanta Humala, el converso de hoy, no el contestario de ayer.

Empezando el análisis con  los ex mandatarios afirmo que; el hombre de Cabana; con su frivolidad, vida licenciosa, falta de autoridad, falta de cultura  y porque no, por su extracción racial, aunque lo nieguen, era una perita en dulce para la crítica despiadada. El barranquino, líder del partido de la estrella; para empezar tenía como pasivo a su partido, que fue considerado enemigo desde sus albores, a lo que se sumó la animadversión hacia él; por su estilo de autosuficiencia y sus expresiones de pedantería, que  le había dado una buena ganada fama de altanero impredecible. Contra más debilitado mejor para los fines de esta prensa, si lo hubieran podido echar, lo habrían hecho. Muy a su pesar no ocurrió.

Humala el “gran arrepentido” de la “gran transformación” lo sienten muy de ellos. Pueden dedicarle a su esposa cogobernante una sesión de fotos en sus revistas de sociales y hacerla sentir importante. Pueden defender al comandante de haber abrazado un nuevo credo y hacerlo sentir estadista. Sí es de ellos ¿para qué debilitar al personaje?;  aunque de vez en cuando le enseñan las fauces para que no se sienta seguro, como en el caso de las denuncias por los privilegios carcelarios de su hermano Antauro.

A nombre de lo reseñado; la engañosa afirmación del ministro Castilla, que el nuevo régimen impositivo aplicado a los mineros recaudaría 3,000 millones de soles anuales, cosa que no podrá demostrar,  ha sido tomado como verdad absoluta. Los proyectos dispendiosos e innecesarios, que financiará la caja fiscal, como el gasoducto sur, son tratados con guante de seda. Los montos excesivos del proyecto de modernización de la refinería de Talara, de Petroperú, argumentados débilmente, son referenciados tangencialmente. La grave afirmación de una consultora contratada por la estatal Perupetro, que se está exportando gas natural licuado a destinos diferentes a los que se declaran, con perjuicio al estado, ni se mencionan; menos aún, la inexplicadas razones como la empresa estatal se allana a una conciliación, con derivación hacia un arbitraje. Ha sido la prensa oficiosa, la que en actitud valiente y en señal de una inusual independencia la que ha realizado la publicación.

En todos estos temas, hay una pareja presidencial despistada o tolerante, no lo sabemos y una prensa silente, que deja la suspicacia que no actúa con la ferocidad que estila, porque no quiere desestabilizar una sociedad conyugal gobernante a su medida o para no colisionar con el poder de multinacionales, que ya han tenido problemas en Ecuador, México, Argelia y Argentina, donde gobiernos decididos con razón o sin ella, decidieron la confrontación directa, sin temerles.

Una interrogante válida es ¿cuánto durará este comportamiento de blindaje al gobierno? La respuesta depende de tres variables: que los dóciles conductores de la administración estatal, tengan siempre el comportamiento mostrado en sus once meses de gestión; que la economía no se le vaya de control  y la más importante; hasta que les sea útil para sus intereses particulares y de sus aliados