Urgen cambios en el gabinete

Un buen ministro de Salud sería Luis Castañeda Lossio. Y por qué no, el nuevo Premier del Consejo de Ministros. Hay gente muy valiosa en la banca de suplentes que se desperdicia en un país que necesita todo. Se trata –es la opinión de un buen sector de peruanos– de un hombre que probadamente ha sacado adelante a instituciones al muere. Tiene el don de realizar grandes obras de infraestructura y afinar óptimos servicios sociales caso Seguro Social. Le vendría bien a Humala acelerar el cambio al desarrollo, incluso resolver la hoy inviable Conga. Y dar empleos.

La idea es que se pueda dialogar pacíficamente y sin veto con las fuerzas productivas y los organismos regionales que son gobierno. Superaría las barreras de comunicación y plasmaría las propuestas de cambio con un equipo probo.

El nuevo premier abriría las puertas del diálogo democrático y plasmar la acción que la gente reclama.

El gabinete necesita oxigenarse en julio haciendo caminar las regiones y portafolios. El gobierno no debe dudar y perder tiempo en definir los cambios que el país necesita. Se percibe que las instituciones no marchan y no se hace nada importante.

De otro lado, el Parlamento se hizo humo en la fiscalización de las regiones y del Poder Judicial que está en proceso de descomposición orgánica más aun con la Fiscalía. La autonomía feudal que reclaman no es diferente a la de Santos. Descentralizar no es legitimar curacazgos ni señoríos. Son Gobierno y Estado, ante todo. Antes, ahora y después.

Se necesita del Poder Judicial correlacionado en todos sus estamentos para ver hasta qué grado se cumplen las leyes del Ejecutivo, del Legislativo, del Poder Judicial, tanto en las Fiscalías, gobiernos regionales y locales, en el Poder Central del gobierno.

Existe una escandalosa y consentida –sino provocada– dilación en los procesos judiciales y han borrado los términos procesales en casos civiles y de conocimientos. Los juzgados son la tortura polpotiana. Éstos echan la culpa a las fiscalías por los procesos administrativos. Nada hace el Congreso por fiscalizar el funcionamiento debido del Poder Judicial en pleno. Tomen nota. Se han desactivado varios juzgados que estaban con procesos pendientes, y en curso, van al archivo.

Es decir, expedientes que por no ser atendidos por los magistrados pasan al archivo y a la impunidad. Esta es una corrupción con cara de monja. La excusa es que les falta presupuesto, que no hay aumentos de sueldos, que hay paro, que hay huelga, que hay vacaciones judiciales, que hay vistas judiciales, que la mayoría de expedientes están en depuración para irse al archivo violentamente. ¿Y la OCMA?

No se atiende al público porque cada proceso está en proceso. ¿Qué ley y qué justicia y qué país va a aguantar esta clase de impiedades?

El periodismo tiene un rol orientador ante la ignorancia y la corrupción. El diagnóstico y la denuncia es infecunda sin la propuesta. Hoy las instituciones necesitan cuadros y planes realistas desprovistos de pasiones oportunistas que han sectorizado el país.

Publicado el 20 de junio de 2012 en el diario La Razón.