No se ha resuelto nada a pesar que el ministro Valdés y los defensores a ultranza del proyecto ganaron tiempo convocando a peritos extranjeros para que emitiesen un informe que no resolvió nada. Al mismo tiempo Santos y los que lo siguen continúan con sus paros, marchas, bloqueos de carreteras y otros desmanes, pero tampoco logran su objetivo a pesar de haber involucrado a madres gestantes y escolares en las movilizaciones agudizando al máximo la tensión.
Pero ¿por qué algo que no debería haber tomado tanto tiempo y tanta violencia se mantiene vigente? ¿Por qué un tema de intereses económicos privados se convierte en una prioridad nacional, cuando hay otros tantos mucho más importantes que atender como la inseguridad ciudadana, la salud pública, los paupérrimos niveles educativos o los atropellos que sufrimos los consumidores por parte de transnacionales que usureramente nos estafan en nombre del libre mercado?
La respuesta está en que quien debiera asumir el liderazgo y ponerse al frente del problema no lo hace. ¿Por qué Humala a quien por su biografía política debería resultarle fácil resolver este entuerto no lo hace? ¿Por qué lo evade y encarga a terceros lo que debería resolver él? ¿O será que cuando eres candidato bailas huaino y una vez que alcanzaste tu ambición y eres presidente bailas Conga?