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Viernes 22 de junio 2012

Lobo vestido de oveja

Por: José Antonio Luna Neyra.
Lobo vestido de oveja
Foto: politiquiando.com

Como toda línea, la conducta de una persona se define por la sucesión de puntos que, en este caso,  representan sus acciones que establecen su orientación. Un individuo o un grupo de individuos construyen su línea de conducta con sus acciones, no con sus palabras. Por eso, cuando evaluamos a un gobierno, a un sindicato, a un frente o a cualquier gremio o institución, examinamos sus acciones colectivas e individuales, para saber cual es el verdadero rumbo que ha tomado.

No debemos confundir un error o una desviación, que cometemos a diario y son susceptibles de corregirse, con una conducta sistematizada y consciente. Si alguien  engaña una vez, luego otra vez y otra, es un mentiroso. Si alguien roba una vez, otra vez y otra, es un ladrón. Lo mismo podemos aplicar a los traidores y asesinos. Es su línea de conducta.

El reciente canje de la línea política de  izquierda del Humalismo por una línea de derecha, en realidad no ha sido tan abrupto ni tan repentino como se piensa, tampoco ha sido una casualidad. Ya se veía venir desde los inicios de su carrera electoral. El humalismo, no era, por supuesto, un proyecto abiertamente derechista, sino encubierto, camuflado como los uniformes militares de combate para que el enemigo no lo descubra. Ahora, ante la confirmación de las sospechas, los deslindes y zanjamientos iniciales, el humalismo tiene como “defenderse”  porque levantó la consigna “ni izquierda, ni derecha”. ¿Fríamente calculado?

Desde la elaboración de su  doctrina hasta los gestos y vestimenta electoral del caudillo fueron fabricados cuidadosamente para engañar. Inventaron una fórmula para ganar las elecciones y otra para gobernar. La propuesta de cambio y  transformación del país fue su mejor gancho electoral, pero nunca contrastó con  su práctica  tibia y autoregulada frente a los gobiernos de turno, ni con el manejo de un partido masificado y vertical, servil al candidato y totalmente burocratizado, inútil para la fiscalización y la eficacia.

Su teoría era de izquierda, a veces, pero su práctica de derecha. En los primeros años, la estafa se podía percibir, olfatear, pero no era  fácil demostrar a la mayoría de peruanos ni convencer a todos sus militantes nacionalistas, que en un buen porcentaje creyeron ciegamente en el candidato presidencial, mientras otros, conscientes del artificio,  se hacían de la vista gorda porque solo querían llegar al gobierno para colmar sus expectativas personales. Sin embargo, muchos  ingresaron al PNP con ganas de transformar el país, eran  de izquierda, que se fueron saliendo a medida que se destapaba el fraude. Ahora la renuncia es más fluida.

Me tocó vivir esta experiencia. Fui Secretario General de Nuevo Chimbote a fines del 2005. Después de las elecciones generales del 2006, he sido testigo de innumerables muestras de desprecio del caudillo a las bases de provincias. En dos años no pudimos arrancarle siquiera una audiencia privada para tratar asuntos del partido y de la población de Ancash. Su marcado autoritarismo lo hacía confundir al partido con una escuela militar. Podemos decir de manera contundente que la democracia interna nunca existió en su partido. Y si no somos demócratas en el partido ¿podremos serlo en la sociedad?
También hemos presenciado innumerables veces que la preferencia de Ollanta Humala y su cúpula partidaria no era por la gente de  izquierda, sino por  los más derechistas y si tenían rabo de paja, mucho mejor. Por eso, creo que sus candidatos preferidos al Congreso (y a la plancha presidencial)   siempre “le salieron chuecos”. Pero no por casualidad. Renuncié al partido en el 2009 debido al doble discurso y la proliferación de arribistas y corruptos, pero me consta que en el 2011 en Ancash se esmeraron por que los candidatos al Congreso fueran toda una selección de lo peor del partido y por eso solo sacaron uno de cinco congresistas. Su consigna de que “la honestidad, hace la diferencia” solo fue un engaño más.

Después de vivir el escandaloso caso del hermanísimo Alexis Humala negociando con las autoridades rusas la pesca peruana –que casualidad que su tío el congresista Manuel Zerillo es dueño de lanchas igual que Alexis y que el gobierno continúa con la vieja política pesquera depredadora- y los casos de su vicepresidente Shehade y de una decena de congresistas PNP  acusados y procesados por actos de corrupción, pero, sobre todo, luego de sufrir tremendo viraje político del gobierno hacia la derecha, el probable compromiso con el montesinismo en los tiempos de Locumba y el velero Karina y de las negras leyendas de Madre Mía, resucitan y se hacen más racionales o, por lo menos, ahora son más dignas de contemplar en un horizonte político convulsionado que se niega a cambiar a pesar que el pueblo votó  y ahora lucha por el cambio, por la honestidad, por la democracia, la soberanía y el desarrollo, tan esquivos en estos cinco meses de Humalismo. Que este 2012 sea mejor que el 2011. Un abrazo.

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COMENTARIOS
1 comentarios
OBVIO.ERA Y ES DE DERECHA.GANÓ CON EL ANTIVOTO DE PERUANOS A QUIENES POR DECENCIA Y RESPETO A NOSOTROS MISMOS NOS DABA MAS QUE ASCO Y VERGUENZA QUE LA PATRIA FUERA A MANOS DE LA BANDA MAFIOSA Y CRIMINAL DISFRAZADA DE ORGANIZACIÓN POLÍTICA CONOCIDA COMO FUJIMORISMO.AUNQUE YA PARECE QUE EL HUMALISMO NO ES MAS QUE UNO DE LOS VARIOS TENTÁCULOS DE DICHA MAFIA.PERO DE DERECHA SIEMPRE FUE.ALLÁ LA IZQUIERDA LEGAL QUE DESPISTADA COMO SIEMPRE SE SUBIÓ A ESE CARRO.POR ESO LA ÚNICA ORGANIZACIÓN DE IZQUIERDA FUERTE ES SENDERO.LOS LEGALES POR CONGRACIARSE CON LA DERECHA DESLINDANDO CON SENDERO CASI NI EXIST
27 de junio 2012
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